El gobernador de Santa Fe, Omar Perotti, empezó el año con una carta fuerte: enemistado con la Legislatura, decidió construir por otro lado y optó por espesar lazos territoriales. Apunta a intendentes y presidentes comunales para avanzar sobre un reclamo histórico en la provincia: la Autonomía Municipal. Las mieles de las mayores atribuciones para resolver problemas de la vida cotidiana de los vecinos, sobre los cuales hoy las comunas no tienen competencia legal o administrativa, son un dulce para las administraciones locales.
Apoyado en su pasado como intendente de Rafaela, el mandatario provincial apela a un perfil municipalista para aceitar relaciones con los distintos niveles ejecutivos de todo el territorio provincial y fortalecer su estrategia política. Les garantiza protagonismo, descentraliza poder y le marca la cancha a una Cámara de Diputados conducida por la oposición y a un Senado donde el fuego amigo ya se tradujo en la fractura del bloque oficialista.
El escándalo que en diciembre pasado puso al histórico senador Armando Traferri a un paso de ser imputado por el delito de ser organizador de una asociación ilícita destinada a recaudar del juego ilegal, detonó la relación del mandatario provincial con el bloque que lidera el sanlorencino y acentuó la horfandad del oficialismo en la Legislatura. Pocos días después de que la Cámara Alta rechazara el desafuero de Traferri, la apuesta de Perotti por los jefes comunales en el trance de acumular poder político tuvo su primera escena. El 30 de diciembre, rodeado de intendentes y presidentes comunales, el rafaelino cerró el 2020 con un acto político. “Definitivamente cambió la forma de hacer política”, remarcó aquella tarde en Sauce Viejo.
Intereses
En esa línea, el gobernador reunió esta semana de manera presencial y virtual a los jefes territoriales y les concedió una agenda abierta y gradual. “Elijan los temas en los que quieren avanzar, encontremos puntos en común y armemos los proyectos”, apuró. Y como carta de presentación, adelantó que ya tiene lista para despachar a la Legislatura una iniciativa que prevé llevar a cuatro años los mandatos de los presidentes comunales (hoy de dos años) y así igualarlos a los de intendentes y gobernador.
Las inquietudes de los jefes municipales hacen foco en los recursos y en los temas medulares: salud, educación, seguridad. Una de las ideas para democratizar las políticas de Seguridad es que las localidades puedan elegir las autoridades policiales. También se habló mucho sobre cómo abordar las faltas menores, que hace años salieron de la órbita del control policial y que podrían empezar a ser resueltas por los juzgados municipales. De menor a mayor, la propuesta más ambiciosa fue la de pensar Policías Municipales en las ciudades más grandes. Nada se descarta.
En materia de Salud, una de las propuestas que circuló fue la de actualizar la administración del Sistema para la Atención Médica de la Comunidad, más conocida como la Ley Samco. Estas instituciones de atención médica primaria dependen de la órbita provincial pero en muchos casos los Municipios involucran recursos propios para su funcionamiento.
Otro de los planteos apunta a la Educación. Es un área en la cual los municipios no tienen competencia, recibe fondos de coparticipación por la Ley de Asistencia Educativa -que en parte deben ser usados para obras en las escuelas- y también hay recursos que llegan de Nación (y que la Provincia baja a las ciudades) de la Ley de Financiamiento Educativo. Entonces, aún de manera transversal, los Municipios terminan interviniendo.
Obstáculos
Con todo, nunca faltan los recelos. Algunos intendentes opinaron que puede ser difícil abordar la autonomía por partes, tal como plantea el ministro de Gobierno Roberto Sukerman, que propone avanzar por temáticas y que se elaboren proyectos de ley independientes para poder agilizar las resoluciones, en lugar de esperar a que se llegue a un acuerdo sobre una gran ley marco.
Otra de las preocupaciones radica en lo espinosa que será la discusión de los recursos y la nueva estructura tributaria que van a necesitar los municipios y comunas para afrontar las facultades adquiridas. La intranquilidad tiene dos caras: cuál es la capacidad de cada gobierno local de apropiarse de recursos y cómo establecer nuevas tasas que no generen una doble imposición sobre los contribuyentes.
Sukerman intentó despejar los nubarrones. Marcó que Perotti quiere que los municipios cuenten con "más instrumentos, más poder de decisión" de la forma "más rápida, ordenada y participativa posible", porque hoy las decisiones que deben tomar las comunas "dependen en la actualidad de una ley que data de la década del 30".
Sobre las trabas que la iniciativa podría encontrar en la Legislatura, Sukerman blanqueó: "Si no hay consenso, va a suceder que los diputados y senadores que no están de acuerdo tendrán que explicarles (esa postura) a los intendentes, quienes por abrumadora mayoría reclaman más autonomía".
Sin reforma en el camino
La discusión por la autonomía municipal es histórica en la provincia de Santa Fe. Desde hace años los intendentes y presidentes comunales piden discutir las competencias, descentralizar el poder y los recursos, pero ese debate siempre se pensó dentro de una reforma constitucional. En ese contexto, la discusión siempre se topa con el obstáculo acerca de si la reforma de la Constitución debe incluir la reelección de los gobernadores.
Esta vez, algo cambió. Y es que Perotti decidió impulsar la autonomía igual, sin reforma constitucional, pero empujada por un gran acuerdo de intendentes y presidentes comunales. Varias condiciones se sumaron para esta movida. Como exintendente, el actual gobernador sostiene que es un legado que le quiere dejar a la provincia. Además, Sukerman, cuando fue concejal en Rosario, trabajó en proyectos autonomistas. Y último, pero no menos importante, se sumó un fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación que dictó un precedente clave en materia de autonomía municipal en el marco de una disputa sindical en la provincia.