Al gobernador bonaerense, Axel Kicillof; a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner y al líder del Frente Renovador, Sergio Massa, las elecciones legislativas del año que viene los encontrará en plenas funciones ejecutivas y legislativas. A priori, sus nombres no integrarían las listas con las que el Frente de Todos buscará revalidar la victoria de 2019, esta vez bajo un contexto totalmente diferente. La falta de postulantes con peso propio para dar la batalla bonaerense empieza a ser tema de análisis en la dirigencia oficialista cuando pone pausa a la gestión de la pandemia.
“El principal problema que tenemos es justamente que no tenemos un candidato conocido”, le dice a Letra P un diputado provincial del Frente de Todos.
“El principal problema que tenemos es justamente que no tenemos un candidato conocido”, le dice a Letra P un diputado provincial del Frente de Todos con anclaje en los intendentes y las intendentas del peronismo bonaerense.
En 2017, cuando la provincia de Buenos Aires eligió representación para el Senado nacional, la candidata fue Cristina. Su campaña bajo el sello de Unidad Ciudadana estuvo anclada en el territorio del conurbano. Todavía se enfrentaba a Massa y su Frente Renovador y a la última experiencia política y electoral de Florencio Randazzo. Le ganó a los otros peronismos, aunque terminó en segundo lugar detrás de Cambiemos.
El rol que tendrá o pretenderá Kicillof es otro tema. El gobernador no quiere su propio “ismo” ni armar estructura propia. En su momento hubo dos líneas cerca del mandatario: un sector que sugería que era momento de empezar a construir caudal político y otro que no. Se inclinó por la segunda opción.
Kicillof y sus leales, hoy a cargo de ministerios y dependencias de peso en la gestión provincial.
En la antesala de la asunción y con el armado del gabinete bonaerense, una veintena de intendentes e intendentas se había puesto a disposición de Kicillof para avanzar en una construcción política y, además, para mostrar interés por lugares en el Ejecutivo. Fue en una reunión que se llevó adelante en Ensenada. El ofrecimiento, según quienes habían participado de la reunión, no tuvo demasiado eco.
La figura de Kicillof per se atrajo votos. En la campaña de 2019, recorrió la provincia a bordo de un Renault Clio de su hoy jefe de Gabinete, Carlos Bianco. Junto a la ministra de Gobierno, Teresa García, Bianco es la pata más política que tiene el mandatario.
Al decidir no avanzar en su propia estructura política, Kicillof decidió recostarse en el peso de algunos intendentes e intendentas del PJ y de La Cámpora. A estos dos espacios que integran el Frente de Todos hay que agregarle el Frente Renovador. Son los sectores que terminaron balanceando el armado de las listas 2019 para la provincia de Buenos Aires en los niveles nacional, seccional y local, con preponderancia de La Cámpora bajo órdenes de Máximo Kirchner en territorio bonaerense.
Cómo contó Letra P, el plan es que el esquema se repita para las boletas de aspirantes a la Legislatura bonaerense y para los 35 casilleros en la Cámara de Diputados de la Nación.
Si bien las energías del oficialismo, a diferencia de una parte de la oposición, se concentran en la administración y gestión de la crisis del coronavirus, la dirigencia bonaerense ya empieza a trabajar en las eleciones de 2021 y analiza, además, cómo llevarlas adelante en un contexto de pandemia y distanciamiento social si la peste del covid-19 no cediera.
