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Cristian Malaspina, el dirigente que corre con el Bicho del comisario

Es el presidente de Argentinos Jrs., el club del Presidente. Corrió a Segura, amigo de AF, y jugó con Tapia. Peronista, se hizo albertista. Agasajos y negocios.

Antes de las PASO le entregó una camiseta a Alberto Fernandez en la cancha de Argentinos Juniors. De familia peronista, a los 38 años ganó las elecciones del club de la Paternal y acusó de dejar el club a la deriva a su antecesor, Luis Segura, uno de los mejores amigos del Presidente. En cinco años de gestión, pasó de un descenso a volver a la Copa Libertadores. Empresario informático, desarrolló una aplicación para monitorear pacientes con covid-19 a pedido del Gobierno. De buena sintonía con Claudio Tapia y Marcelo Tinelli, Cristian Malaspina se abre lugar en el poder del fútbol, donde corre con el Bicho del comisario.

 

Nació en Villa del Parque y gran parte de su vida está ligada al club de la Paternal. Su abuelo “Cholo“ colaborada con los Cebollitas, la factoría que parió a Diego Maradona. En los años ´70, el Diez fue alcanzapelotas del primer equipo y en uno de esos partidos, jugado en 1971, fue titular Pedro Malaspina, padre de Cristian, que jugó cinco veces en Primera y después dejó el fútbol.

 

El último eslabón es su tío José, que fue muy importante para la vuelta del estadio a Juan Agustín García y Boyacá en 2003, donde fue el primer intendente. El 26 de diciembre de ese año, el entonces jefe de Gabinete cortó la cinta que inauguraba el complejo que lleva el nombre de Maradona junto a Anibal Ibarra y a Segura, que había asumido la presidencia en 2002.

 

 

En 2011, junto a otras agrupaciones creó el sello “Argentinos Crece” y enfrentó a Segura con él como candidato a vicepresidente. Perdió por menos de 500 votos, pero metió cuatro vocales en la Comisión Directiva y desde ahí se erigió como la cara de la oposición.

 

En diciembre de 2015, ganó con el 62% de los votos, sacó al segurismo del club y lo acusó de dejar deudas por 20 millones de dólares. Dos semanas antes, su antecesor había protagonizado el 38-38 en las elecciones de la AFA contra Tinelli. Al año siguiente de asumir, el club descendió y volvió a Primera en 2017. El año pasado, fue reelecto por un acuerdo entre oficialismo y oposición. En 2023, no podrá presentarse -se lo prohíbe el por estatuto-, aunque quiere seguir ligado a la gestión.

 

Su relación con Tapia es muy buena. Le reconocen los planes de pago que avaló la AFA para un club que en 2015 estaba fuertemente endeudado. A fines de febrero de este año, la reelección de Chiqui terminó de cocinarse en una reunión donde hubo dirigentes de 13 clubes de Primera, entre ellos, Argentinos, representado por el vicepresidente, Adrián Pérez.

 

 

 

Malaspina fue uno de los asambleístas que el 19 de mayo votaron por la reelección del camionero en el sillón principal de la AFA. Es sabido que en la Casa Rosada desconfían del yerno de Hugo Moyano y buscaron tentar a Tinelli y a Victor Blanco para que alguno fuera presidente en 2021, todo, previo a la pandemia y la elección virtual. Al presidente del Bicho, por ahora, no le interesa el trono de la calle Viamonte.

 

En el nuevo mapa del fútbol argentino, Malaspina logró dos cargos. Fue elegido vocal en el nuevo Comité Ejecutivo de la AFA y también fue designado vicepresidente primero de la Liga Profesional de Fútbol, la estructura que comanda Tinelli y tiene en el Consejo Directivo a Rodolfo D´Onofrio, Jorge Ameal, Moyano y Blanco, los presidentes de los cinco clubes grandes. Tiene una buena relación con el conductor de Showmatch, con quien, afirma, se está conociendo y que lo deja gestionar tranquilo. Hubo quienes vieron en su designación un guiño al Gobierno, pero un dirigente de la AFA que conoce el armado de primera mano sostiene que “fue por mérito propio; Cristian es un gran dirigente y por eso está en el cargo”.

 

 

 

La relación con Alberto Fernández comenzó en la platea de Argentinos cuando la posibilidad de una candidatura no existía. Malaspina, de 43 años, viene de familia peronista. No le resultaba indiferente la presencia del jefe de Gabinete de Néstor y Cristina Kirchner. “De chiquito, mi papá me enseñó que se votaba la boleta que tenía a Evita y Perón”, cuenta. El primer gesto hacía el ya candidato fue en el inicio del torneo pasado. En el entretiempo del empate 1-1 con River, Fernandez recibió una camiseta con su apellido y el número 19 de manos de Malaspina, al tiempo que una parte del estadio lo vitoreaba, otra silbaba y la popular cantaba contra Mauricio Macri.

 

A pesar de que en el club conviven miembros de distintas ideologías y que las PASO fueron dos semanas después, no hubo reproches por la movida. “La única política es mantener a Argentinos bien gestionado”, dice un dirigente del Bicho. La foto sí le trajo algún problema en la Superliga, donde todavía pisaba fuerte Daniel Angelici. “Fue muy jugado. En un país gobernado por Macri, la Superliga también, pero ya no están más”, confiesa Malaspina. A Fernandez trata de “molestarlo poco”, aunque cruza mensajes para contarle sobre avances en obras del club o jugadores que pueden ser vendidos “para que tenga alguna buena noticia”.

 

 

 

Hace unas semanas, con motivo del 116 aniversario del club, lo visitó en la Quinta de Olivos con la camiseta alusiva, bastones verticales verdes y blancos, por los Mártires de Chicago, el nombre original de Argentinos Juniors, fundado por militantes anarquistas en 1904 en homenaje a los trabajadores masacrados el 1° de mayo de 1886 en esa ciudad.

 

El 10 de diciembre pasado, cuando asumió la fórmula del Frente de Todos, Malaspina publicó una foto en su cuenta de Twitter con una camiseta de Argentinos, con el 19 y el apellido de Fernández. El día anterior, tras empatar con Estudiantes y gracias a la derrota de Boca, el Presidente empezó su mandato con su equipo como único puntero.

 

 

 

CONTRATISTA. En 2011, Malaspina fundó Datwise,  una empresa “dedicada a la comercialización de soluciones informáticas orientadas al negocio del cliente”, como se presenta en su web. Con la pandemia, su negocio tradicional, vinculado a la seguridad informática, la consultoría y el soporte, se mantiene quieto, pero ha despegado con DataCloud, la nube que creó hace dos años. Permite gestionar a distintas empresas su trabajo y almacenamiento de información a través de una nube nacional y la ventaja contra gigantes como Amazon Google es que pueden ofrecer un servicio en pesos, con servidores locales y atención personalizada.

 

Este año, la empresa de Malaspina fue convocados por el Gobierno, junto a otras 20 firmas tecnológicas, para aportar soluciones para afrontar la pandemia. La suya fue Ecare Solution, una aplicación que permite monitorear temperatura, oxigeno y presión de los pacientes con coronavirus en tiempo real desde la nube de Datawise, que cuenta con sistemas de alerta y geolocalización. La aplicación está en estado de prueba por algunas obras sociales y clínicas.

 

El triunfo de Alberto Fernandez el año pasado puso en el foco al club del que es hincha y a su presidente también. Malaspina es parte de una generación de dirigentes que no esconden sus ideas y van ganando terreno en la gestión.

 

 

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