Alentados por su jefe, Felipe Michlig, los senadores radicales de Santa Fe quieren imponer condiciones, poner en valor su peso territorial y construir su tan ansiado “frente de frentes” junto al PRO y el socialismo. El cacique del Departamento San Cristóbal ya no habla de Frente Progresista y exhorta a sus pares a tener “un rol mucho más activo”. Virtual aliado del intendente rosarino Pablo Javkin, sus intenciones chocan con los movimientos del exgobernador y presidente de la Cámara de Diputados, Miguel Lifschitz.
Dichas diferencias quedaron expuestas en una declaración que aprobó Diputados sobre el tema Vicentin unas semanas atrás. De los 28 legisladores progresistas, tres eligieron abstenerse, la vicepresidenta segunda Jimena Senn, Marcelo González y Marlen Espíndola. ¿Qué característica comparte el trío? Cada uno responde a un senador.
Dicho trío es debutante en la Cámara Baja y no tiene poder de decisión en las comisiones fundamentales. Los senadores no van a romper nunca con Lifschitz, pero ven cómo su estrategia, al menos en algunas ocasiones, no llega a buen puerto. Es que el tándem Lifschitz – Maximiliano Pullaro funciona por ahora a prueba de balas.
Michlig, en diálogo con Letra P, primero pidió "dejar de hablar de Frente Progresista" y descartó cualquier intención de esmerilar el bloque de la cámara vecina, aunque ponderó el rol de los senadores. En ese marco, propició el reencuentro con dos pares, Hugo Rassetto y Leonardo Diana, que a fines de 2019 habían roto con el bloque que él lidera. Armados en un interbloque, los UCR ahora tienen otro peso para enfrentar a la mayoría peronista de doce integrantes.
En ese ánimo de ser “protagonistas”, Michlig busca emular el armado que iniciaron los senadores del PJ en 2016, cuando el partido era casi tierra arrasada y formaron el Nuevo Espacio Santafesino para colocar a Alejandra Rodenas primero como diputada nacional y luego como vicegobernadora.
“¿Dónde está la referencia territorial fuerte si no es en los siete senadores”, alentó Michlig. Y siguió: “Vamos por un gran frente, algo más amplio, necesitamos actores menos pasivos, mucho más activos, con todos los aportes necesarios para armar un proyecto político potente”. A la vez, ponderó a los intendentes progresistas y consideró que Lifschitz es un "gran elector".
El senador necesita volumen político y aprovecha para “juntar y juntar”, como le cuenta a Letra P otro senador. Está convencido del frente de frentes y trabajará para concretarlo pese a la negativa del socialismo. “Armemos algo, si no nos ponemos de acuerdo esta coyuntura nos lleva puesto a todos, no alcanza con un solo partido”, cerró Michlig.