Crisis por coronavirus

Economías regionales piden planificación y cambios estructurales pospandemia

Repercusión diversa de la crisis en producciones sobre suelo bonaerense. Quejas por el impacto en compra de insumos de la medida del BCRA. Datos y perspectivas.

A pesar de ser actividades esenciales desde el minuto uno del aislamiento y de registrar en algunos casos un incremento en la demanda por los cambios en los hábitos de consumo, el grueso de las economías regionales –las relacionadas con la mano de obra rural– sintió el coletazo de la crisis por coronavirus a partir de múltiples factores entre los que aparecen caída de precios, imposibilidad de operar con algunos eslabones de la cadena, complicaciones burocráticas para la exportación y trabas para la compra de insumos. Más allá de esto, pensando en el día después de la pandemia, los dirigentes del sector consultados por este medio coincidieron en la necesidad de diagramar una planificación y avanzar en decisiones innovadoras para la reactivación y que apunten a evitar una concentración de la economía.

 

“Es el momento en donde hay que aprovechar a hacer cambios estructurales y no volver a la situación de que la coyuntura nos marque la agenda. Debe reunirse un consejo económico y social para definir la distribución de la riqueza”, planteó a Letra P Mario Raiteri, dirigente bonaerense de Coninagro y vice de la Federación Nacional de productores de Papa, quien alertó sobre el “peligro de procesos de concentración de aquellos con más espaldas para aguantar”. Ante eso, instó a las autoridades “a estudiar el compromiso de potenciar las asociaciones en forma cooperativa para recrear el volumen necesario para no ser tan vulnerable y ser competitivos”.

 

Raiteri hizo foco la importancia de “que la dirigencia política siga unida, privilegiando la salud por sobre la economía y que después tengamos la suficiente generosidad los actores sociales para que, aquellos que estuvimos un poco menos mal, colaboremos con los que están peor”.

 

 

Por su parte, Alejandro Lamacchia, titular de la Unión de Producciones Regionales Intensivas (UPRI), de la Asociación de Productores Porcinos bonaerense (Aproporba) y miembro del área de Economías Regionales de CAME, focalizó en diálogo con Letra P: “Hay que planificar hoy la pospandemia; hacen falta ideas innovadoras para reactivar la economía. Nadie la está planificando. No quiero que me hablen de la pospandemia, quiero que me la escriban. Hemos perdido los órganos de planeamiento y son necesarios porque esto va a ser muy duro”.

 

En ese sentido, Lamacchia remarcó que el segmento rural de las economías regionales “se siguió moviendo pero –dijo- tenés un coletazo de un 20% que es parte de la caída general”. Y advirtió: “En las crisis, el que tiene espalda resiste, el que no, ya está desapareciendo”.

 

 

EN NÚMEROS. De acuerdo a un reciente informe de CAME sobre el hizo repaso Lamacchia, el 30% de las producciones encuadradas en las economías regionales está trabajando con normalidad, un 48% de forma parcial. Entre un 5 y un 7% accedió al ATP y a créditos blandos al 24%. El 37% resolvió sus problemas con fondos propios y un 39% con los ingresos de ventas de marzo y abril. En la cadena de pagos, el 80% pudo hacer frente a las obligaciones y un 40% recibió cheques rechazados. Un 45% no pagó impuestos y un 30% no pagó servicios. Todos lograron abonar salarios, el 60% en un solo pago y el resto por partes, aunque solo un 40% cumplió con las cargas sociales. En producciones intensivas de economías regionales, para exportación surgió que un 74% tuvieron inconvenientes, que tienen que ver con lo burocrático.

 

En lo que refiere a las actividades vinculadas a commodities (trigo, maíz, soja y girasol), Raiteri señaló que preocupa el impacto en la venta de insumos tras las recientes restricciones en el mercado de cambio dispuestas por el Banco Central (BCRA): “El productor es el que queda en el medio y se suspendió la venta con valor de dólar oficial, esto genera preocupación porque estamos ya arrancando la siembras de cebada y trigo”, comentó el dirigente de Coninagro para detallar que el productor está “trabajando en la tiniebla, porque no sabés cuál va a ser el costo del insumo”.

 

Al respecto, Lamacchia coincidió en que la medida del BCRA “golpea” en un escenario que ya venía complejo en los últimos meses para las economías regionales: “La compra de insumos, el 80% lo hace con dificultad, sobre todo por el valor del dólar. Un 56% lo hace a un valor de dólar oficial, pero el resto con un dólar paralelo”.

 

Pero también se registraron algunos indicadores positivos en algunos segmentos de las economías regionales. Raireri comentó que, en cultivos como la papa y la frutihorticultura, “el aislamiento ha sido beneficioso para recuperar al consumo tradicional y familiar. Hay una mayor demanda, una demanda firme”.

 

 

 

Más allá de esto, como dirigente del sector, Raiteri ahondó sobre el panorama de la producción de papa: “Muchas variedades industriales que se usaban en cadena, hoy no se pueden comercializar hasta que se liberen las cadenas de comidas rápidas, por lo que el sobrante de la papa industria también se vuelca al mercado fresco. En producciones como esta, los baches climáticos hacían que el precio suba. Hoy, la oferta está suficientemente atendida por la papa industria. Ese efecto que podía ser más negativo, porque el productor fresco está compitiendo con la papa industria, lo atenuó el aumento de la demanda”.

 

Pero hubo sectores que, en la provincia, se vieron fuertemente impactados, como la floricultura y los viveristas: florihortícola y los viveristas: “Al no haber sido habilitados hasta hace muy poco, es increíble la cantidad de flores que se tiraron”, consignó el dirigente de Lamacchia.

 

 

 

En lo referente al sector porcino, como titular de Aproporba, Lamacchia también detalló desbarajustes en la cadena que repercuten en la producción. “Hay una súper oferta de cerdo, el precio es bajo y sigue cayendo porque se cortó la exportación, algunos frigoríficos empezaron a trabajar por turnos, con lo cual la faena es menor, otros, con casos de Covid, tuvieron que cerrar por 15 días. En el punto de venta, la gente sigue comprando, pero el productor se perjudicó porque el maíz, que va de la mano del dólar, aumentó y, al haber mucha oferta, el que compra le tira el precio abajo. Es todo una rueda”.

 

En términos generales, el dirigente de CAME también posó la lupa en el impacto negativo de la inactividad del sector hotelero-gastronómico, por lo que observó: “Por más que quien vende verduras y carne pudo continuar trabajando, existió una merma importante. Las economías regionales están mucho mejor que aquel comercio que está cerrado hace 75 días. Pero no son las situaciones ideales, el coletazo de la caída de la actividad económica golpea”.

 

Toto Caputo con uno de sus mariscales: Pablo Quirno
Juan Pazo, el operador todoterreno de Toto Caputo

También te puede interesar