Al firme discurso de La Pampa y Río Negro por el reclamo de un estudio de impacto ambiental para que se revea la obra de la represa Portezuelo del Viento, se le suma con perfil bajo el gobernador de Neuquén. Junto a los representantes de su provincia en el Comité Interjurisdiccional del Río Colorado (Coirco), Omar Gutiérrez está citado para la reunión que encabezará el ministro del Interior, Eduardo de Pedro, el próximo 26 de junio, junto a otros cuatro jefes provinciales. Allí se definirá cómo sigue la megaobra hidroeléctrica de amplia historia pero que se gestó entre 2006 y 2007, cuando Mendoza, gobernada por Julio Cobos, renunció a un juicio a cambio de la represa que terminó de oficializarse en tiempos que Mauricio Macri como presidente. Mientras, la oposición neuquina reclama saber qué postura presentará en la reunión a finales del mes, aunque la salida varía en sus formas para el kirchnerismo y el macrismo.
En silencio, por lo bajo, Neuquén busca nivelar en un conflicto que lo involucra. Si bien Gutiérrez se definió a favor del estudio de impacto ambiental en toda la cuenca en la apertura de sesiones ordinarias en la Legislatura, los funcionarios del área prefieren reserva: la idea, comentaron fuentes de la Gobernación a este medio, es “esperar a la reunión”. Ante tal postura, Letra P intentó comunicarse con el titular de recursos hídricos, Horacio Carvalho, pero no tuvo respuestas. Aunque sí pudo saber que el funcionario hace tiempo insiste con el estudio ambiental, como lo ratificó en los últimos encuentros en el marco de la administración de la cuenca. “Lo mejor es esperar al 26”, insisten voceros del equipo ejecutivo.
La postura del gobernador patagónico exaspera a la oposición, que demanda certezas. A menos eso plantea el diputado Darío Peralta (Frente de Todos), partícipe de reuniones con legisladores de la región preocupados por la obra. Consultado por Letra P, sostiene la teoría de que “Mendoza no haga arbitrariamente” la represa. “Buscamos respuestas del ejecutivo sobre este tema, pero no nos contestaron”, relata Peralta. “Impulsamos que los pueblos ribereños tengan una audiencia pública vinculante, con fuerza de ley, y sean ellos los que decidan qué se debe hacer. Eso debería pasar en Rincón de los Sauces, Catriel, 25 de Mayo. Que se expresen los pueblos, que son los más afectados”.
“En 2016, Gutiérrez avaló la represa. El 1 de marzo reclamó un estudio de impacto ambiental, después pidió parar la obra. Está bien que se dé cuenta, pero que se pare realmente en la vereda de enfrente. No fue a Rincón de los Sauces cuando se movilizó esa localidad, que todavía sigue sin agua. Nos sabemos cómo se va a expresar el 26”, remarca Peralta.
Se sabe que Sergio Ziliotto y Arabela Carreras firmaron un acta en la que se comprometían a reunir esfuerzos, y los trascendidos es que tanto el neuquino, como Axel Kicillof comparten la idea de contener al gobierno de Mendoza para que no acapare el manejo de la represa; el plan que se llevará a la Casa Rosada será que Coirco sea quien digite los hilos de proyecto, como en el embalse Casa de Piedra.
“Hasta el 2019, estábamos de acuerdo. Si bien hoy eso es un desierto, el día que tengamos un proyecto de provincia hay que pensar cómo se aprovecha”, razona el diputado nacional Francisco Sánchez, de Juntos por el Cambio. Ante la pregunta de Letra P, entiende que el gobierno neuquino debe mantener la firme postura de que sea el Coirco el encargado de manejar el curso del agua.
“No podemos tomar decisión con liviandad, pero entiendo que lo tiene que manejar Coirco, pero la obra se tiene que hacer”, cierra Sánchez.