BIO. De Paraná, Entre Ríos. 63 años. Es empresario agropecuario y formó parte de la Mesa de Enlace en 2008, durante el conflicto de los agroexportadores con el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner por las retenciones. Protagonizó el lock out patronal del agro más largo de la historia. Luego se sumó al PRO de la mano de Mauricio Macri y fue elegido senador por su provincia en 2013. Fue reelecto el año pasado.
-Para nosotros, en lo jurídico, es un atropello del Ejecutivo a la Justicia. Era una empresa judicializada, que estaba en un proceso de quiebra, había ofertas y había una neociación que podía ser exitosa o no, pero había un proceso abierto con un juez y un síndico que estaban coadministrando. Es un grupo complejo, que tiene varias empresas, como frigoríficos de carne, textiles y productoras de vino, entre otras tantas. Por eso hay que tomarla con cuidado. Nuestros juristas consideran que es un atropello que nos puede salir muy mal y que vamos a terminar pagando los juicios que van a venir de vuelto.
-Solo ha pasado un día de la firma del DNU. ¿No le parece una respuesta muy ideologizada?
-En lo ideológico y político, veo muy mal que el Estado empiece a intervenir en el mercado de granos, que es uno uno de los mas transparentes del mundo. No hay por qué hay que estar teniendo al Estado como testigo de precios.
-¿Por qué Juntos por el Cambio cuestiona que el Ejecutivo sostenga que es una medida de soberanía alimentaria?
-Porque es un verso, porque en la Argentina estamos produciendo diez veces mas alimentos de los que producimos para vivir.
-¿Y cómo explica entonces que haya una pobreza superior al 40%?
-En la Argentina algunos no tiene alimento, pero no es porque no haya alimentos. Es un problema político vincularlo con el agro: el kilo de pan sólo tiene un diez por ciento de trigo, el litro de leche tiene un 20 por ciento de maiz y puedo seguir. No lo busquemos por ahí el argumento.
-¿Van a presentar alternativas para la administración de Vicentín?
-Lo estamos estudiando. Sancor es una empresa que tenía problemas y la compró otra empresa, pero el Estado ayudó a destrabar.
-Era una cooperativa y ahora está es una sociedad anónima.
-Pero el Estado nacional salió ileso. Creo que en Vicentin el Estado tenía que buscar otras empresas desde afuera, que el Banco Nación le refinancie deuda y que cerremos con todos los acreedores.
-¿Cree que ese modelo puede servir para auxiliar a otras empresas en crisis?
-Hay muchas empresas con este problema, pero, si seguimos así, el Estado va a terminar comprando todas esas empresas. No estoy de acuerdo con que lo haga, las tiene que ayudar bajando la carga impositiva, ayudando a los organismos estatales para que no despidan gente. Pero, si a la empresa se le dice que el Estado se queda con sus acciones, eso genera rechazo. Tienen que garantizar al empresario que siga. Si me van a prestar plata para pagarles a los empleados y se van quedar con la empresas, no acepto la ayuda.
-¿Cual es su posición sobre el rol que tuvo el expresidente del Banco Nación Javier González Fraga en los préstamos que recibió Vicentín?
-Hay que investigar todo este caso. No puedo asegurar que Gonzalez Fraga haya hecho lo correcto. Yo no pongo las manos en el fuego. Habrá que investigarlo para saber si cumplió con la carta orgánica del Banco. A Vicentin le vienen prestando plata desde hace rato y el Banco Nación le prestaba con un sistema de prefinanciación de exportaciones. Eso fue en cumplimiento de la carta orgánica del Banco, para apoyar la producción. Hace muchísimos años que pasa esto y por eso estaria bueno que se investigara.
-¿Cómo explica que la empresa haya quebrado a pesar de los créditos millonarios que recibió?
-El 11 de agosto, cuando Cambiemos perdió las elecciones en las primarias, hubo una estampida de los ahorristas y eso no escapó a Vicentin. Con la derrota de Cambiemos en las PASO comenzó la quiebra. Los productores van a vender la soja, los ahorristas sacan los dólares, eso provocó la corrida cambiaria y eso llevó a la empresa a la convocatoria. Sé que el Banco Nación le estaba prestando para comprar el cereal y exportarlo.
-¿Por qué compara esta expropiación provisoria con el conflicto con el agro por la resolución 125 de 2008?
-Si el Estado busca intervenir en la comercialización de granos, va a traer un conflicto y no veo otra salida. Hablan de soberanía alimentaria, es un titulo simpático para el público. Pero, para el resto del sector de la producción, es un titulo que aterroriza. Va en contra de las libertades de comercio.
-¿Cómo explica las diferencias al respecto de la Mesa de Enlace?
-Hay de todo. La mayoria de los dirigentes agrarios está en contra porque ve la intervención del Estado en el comercio de granos.
-¿Cree que perjudicaría a todos los productores?
-A algunos los puede favorecer si el Estado paga menos. Igualmente, yo no digo que va a ser mañana, pero cuando el Gobierno demuestre para qué estatizó esa empresa habrá malestar.
-¿A qué se refiere?
- Si el Estado se queda con Vicentin para intervenir el mercado de granos, habrá protestas. Considero que es un último recurso, pero, si esto sigue así y se confirman nuestras sospechas, no lo puedo descartar.
-¿Cambió su punto de vista sobre el rol del Presidente? ¿Sigue pensando que es un moderado?
-Nuestro bloque ha esperado responsablemente los meses que había que esperar. Como muestra, el 27 de diciembre voté casi en soledad el cambio del pacto fiscal con las provincias, porque no podemos darles carta blanca a los gobernadores para que sigan cobrando impuestos. En mi bloque busco llegar a consensos para que el espacio dure. Hemos sido moderados porque las circunstancias lo ameritaban, pero el Gobierno empezó a demostrar hacia dónde quiere ir y vamos a estar enfrente como la oposición más firme.
-¿También se opone a los planes de salvataje a empresas que se aplican en Estados Unidos y Europa en medio de la pandemia?
-En Alemania lo que hace el Estado es ayudar a las empresas, pero acá hemos tenido muy malas experiencias. YPF es un ejemplo y no terminamos todavía el juicio, pero la reestatización de esa empresa nos va a costar 10.000 millones de dolares. La vamos a pagar mucho más de lo que la compramos. Tenemos empresas estatales con mucho déficit, como Aerolíneas. En Argentina estatizamos pero la pagamos todos nosotros. Por eso, cuando me hablan de estatizar yo siento desconfianza.
-¿Por qué equipara a Vicentin con esos casos cuando es una empresa al borde de la quiebra sospechada de fuga de divisas?
-Porque ahora se van abrir los juicios de los dueños de Vicentin y en 15 días les vamos a tener que pagar una fortuna, porque el Gobierno hace las cosas mal en términos jurídicos y eso es plata de todos los argentinos por un capricho político. Acá no hay un diálogo entre oficialismo y oposición al respecto. Suena a negocios turbios y negocios de unos pocos. Pero esto no lo vamos a permitir. Ojalá algún día se acuerden de lo que digo, porque será un juicio grandísimo y lo vamos a perder todos los argentinos.