Vicentin empieza a sentir el rigor de no poder volver en plenitud a la actividad comercial de granos tras el default que dejó colgados a 2.800 acreedores y por el que transita un enorme concurso preventivo por unos 1.000 millones de dólares. Ahora, el frente que se le abre es con el gremio aceitero, quien acordó con el sector un aumento del 25% pero la firma dice no poder hacerle frente, incluso, luego de haber recibido la ayuda del gobierno para pagar el 50% de los salarios a través del Programa de Asistencia al Trabajo y la Producción (ATP).
La lenta recuperación no le da los frutos que requiere, principalmente, porque no logra la confianza necesaria para tener la operativa al 100%. Durante abril, registró algunas operaciones, como unas 50.000 toneladas de molienda para un trabajo a fasón que logró poner en movimiento la planta por diez días. Esto le otorgó cierta liquidez, pero los directivos argumentan que no en el volumen requerido como para afrontar la suba salarial del 25% que la Federación de Trabajadores Aceiteros cerró con las cámaras aceiteras y biocombustibles Ciara, Ciavec y Carbio, más el arrastre de un 7% que nunca completó.
“La firma tuvo un arranque en la planta, pero ahora no le puede dar salida a las semillas almacenadas, entonces quiere mandar a los trabajadores a la casa con reducción de salario. Ya venimos cobrando al 90%, pero estamos negociando cobrar todo”, dijo a Letra P el secretario general del Sindicato de Obreros y Empleados Aceiteros (Soea), Pablo Reguera. Este martes estaba pautada una reunión entre el gremio y los directivos pero finalmente la postergaron por 48 horas.
Si bien dijo entender que la situación es “complicada” entre el concurso preventivo, la bajante del Paraná que no permite movimiento, y la cuarentena, afirmó que Vicentin “tiene recursos y activos como para afrontar la situación”.
Reguera confirmó que el salario de abril de los casi mil empleados fue solventado en un 50% con el programa nacional de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción (ATP), que no estuvo exento de polémica por favorecer también a gigantes como Techint, o el propio Vicentin.
