Especial | fútbol y política

Pelota parada

La ansiedad del presidente futbolero no alcanza: no hay fecha ni para entrenamientos. Los cálculos del dúo Lammens-González García, la rosca en la AFA, la furia tucumana y el marco regional.

Mientras la cuarentena se prolonga y algunos distritos empiezan con la reapertura de actividades, Alberto Fernandez lanzó una frase que sonó como agua en el desierto. “Cada tanto le pregunto a Ginés (González García): “¿por qué no se puede jugar al fútbol?” Una cancha de fútbol tiene entre 8.000 y 9.000 metros cuadrados. ¿Cuál es el problema de que en 9.000 metros cuadrados haya 22 tipos jugando? Podríamos dar ciertas reglas para que el fútbol volviera”. Lo hizo en una entrevista con el canal TNT Sports y la especulación era que la pelota se volvía una actividad esencial. Días después, el ministro de Salud también invitó a la esperanza. “Para que vuelva el fútbol falta menos“, dijo, aunque luego tuvo que reperfilar su respuesta. “Creo que contestó mi corazón más que mi cerebro“, rebobinó.

 

 

En el medio, el que habló fue Matías Lammens. "El otro día lo dijo el Presidente y se armó un revuelo, pero creo que tiene que ver más con una expresión de deseos de Alberto que otra cosa", señaló. La ventaja que tiene es que atiende de los dos lados del mostrador: es ministro de Turismo y Deporte y vicepresidente de San Lorenzo, con lo cual conoce mejor el paño.

 

Esta semana, Lammens se reunió con González García como un primer acercamiento para definir los criterios para que vuelva toda la actividad deportiva, pero, sobre todo, el fútbol. El excandidato a jefe de Gobierno porteño mira con atención a Alemania, donde este fin de semana vuelve el fútbol, y España, donde aspiran a que eso ocurra el 12 de junio. Se formó un equipo de trabajo con representantes de ambas carteras y el Comité Olímpico Argentino para definir como retomar la actividad.

 

Quieren que los futbolistas vuelvan a entrenar en grupos reducidos, sin utilizar los vestuarios y, en clave peronista, “de su casa al estadio”. Lammens pretende que los jugadores sean sometidos a tests para determinar si tienen el SARS-CoV-2, un procedimiento cuyos gastos deberán asumir los clubes. Aquí se abre un debate: ¿deben utilizarse tests sobre personas que no presentan síntomas si no hay suficientes? Y, en caso de que los haya, ¿pueden los clubes, muchos de los cuales adeudan salarios, afrontar ese gasto? ¿Todos los jugadores, sobre todo los del ascenso, tienen auto para no utilizar transporte público? Son preguntas que por ahora no tienen protocolo. Tampoco se sabe todavía si los tests a utilizar serán los que desarrolla el Conicet o los importados.

 

 


El fútbol tiene un horizonte lejano. El propio Gonzalez García descartó que el 25 de mayo vuelvan los entrenamientos, como había trascendido, y Lammens habla constantemente de una vuelta, sin público, recién en septiembre, teoría que comparte Nicolás Russo, presidente de Lanús, futuro secretario ejecutivo de la AFA y diputado bonaerense por el Frente de Todos. A ellos se sumó Rodolfo D´onofrio, presidente de River con llegada a la Casa Rosada. El millonario es visto como un activo para las elecciones del año que viene por el oficialismo.

 

De todos modos, ya hay deportes que empiezan a tener el visto bueno. Esta semana, la Asociación Argentina de Tenis anunció que Corrientes y Jujuy comenzaron la práctica del deporte con sus restricciones. Agustín Calleri, presidente de la AAT, fue diputado nacional por el peronismo delasotista y titular de la Agencia Córdoba Deportes. Corrientes totaliza 76 casos confirmados por el Covid-19, mientras que Jujuy solo tiene cinco, no registran fallecidos y, además, están conducidas por gobernadores opositores, los radicales Gustavo Valdes y Gerardo Morales.

 

 


Todo sirve como antesala de la Asamblea Extraordinaria del 19 de mayo, donde será ratificada la nueva Liga de Futbol Profesional, que presidirá Marcelo Tinelli, y la lista única de Claudio Tapia, que extenderá su mandato hasta 2025. El año pasado, la AFA reformo su estatuto y limitó los mandatos presidenciales a dos. Tapia, que no presiona públicamente por volver a jugar, hizo que recién se tome como año cero a 2021, con lo cual podrá mantenerse en el cargo hasta 2029. Hasta tuvo un guiño de la Inspección General de Justicia, a cargo de Ricardo Nissen, que autorizó la realización de la asamblea de manera remota. Nissen fue abogado de Hugo Moyano, actual vicepresidente segundo de la AFA, y también, durante un tiempo, apoderado de Máximo y Florencia Kirchner. Reemplazó en el cargo a Sergio Brodsky, hombre de Daniel Angelici, que dejará de ser vicepresidente primero en la nueva conformación de la casa madre del fútbol.

 

 

 

Tampoco "Chiqui" puede desatender el frente interno respecto a los ascensos de categoría, que tiene sus ribetes políticos. Los equipos del torneo Nacional votaron 31-1 para que los que suban a Primera se ganen ese premio en la cancha. El único que se plantó fue San Martín de Tucumán, puntero de la zona B, que recibió el respaldo de los diputados nacionales de su provincia a través de una carta difundida por el radical José Cano, ex titular del malogrado Plan Belgrano. Uno de los legisladores es Mario Leito, presidente de Atlético Tucumán y futuro vicepresidente de la nueva Superliga.

 

En los días pre-cuarentena, el presidente de la Nación se aveturó a sostener: "Si el fútbol se juega a puertas cerradas, no veo inconvenientes” para que siguiera desarrollándose. River había decidido no jugar contra Atlético Tucumán por la Copa de la Superliga y desde el Gobierno intentaban que el fútbol no parase, pero cinco días después arrancó el aislamiento.

 

Argentina ya postergó la Copa América junto a Colombia. El certamen se disputará en 2021, año electoral, donde los efectos de la pandemia y la negociación de la deuda externa asoman en lo inmediato como el primer termómetro que medirá la temperatura de los votantes.

 

 


A esto se suma el frente continental. Brasil, que tiene la mayor cantidad de contagios y muertos, reportó 38 trabajadores de Flamengo infectados, tres de ellos, futbolistas. Aún así, el gobierno le sugirió a la Confederación Brasileña de Fútbol retomar los entrenamientos a principios de mayo. Chile, con más de 35.000 contagiados, confirmó su primer caso en un jugador esta semana y el presidente Sebastián Piñera reforzó el confinamiento total en Santiago. La federaciones de Perú y Ecuador -más de 100.000 casos entre ambos- ya presentaron sus protocolos a sus gobiernos para jugar. Estos países concentran el 92% de los contagios en Sudamérica, que ya postergó la fecha de Eliminatorias de marzo y tiene seis partidos más entre septiembre y noviembre, además de la continuidad de las copas Libertadores y Sudamericana.

 

El gobierno argentino sabe que el fútbol es un factor que puede ayudar a hacer la cuarentena más llevadera, pero no va a apurar su reinicio porque las consecuencias pueden ser peores. La única certeza es que habrá nuevo torneo, con nuevos dirigentes y los vicios de siempre. Lo que no se sabe es cuándo empezará.

 

 

Maximiliano Pullaro y Axel Kicillof. FOTO: Farid Dumat Kelzi / Red Boing.
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