Crisis por coronavirus

Acindar apura suspensiones con baja de salarios y alimenta al establishment

El empresariado gana la pulseada y ramifica el esquema en la industria. La UOM ya negocia el sueldo para 2.000 trabajadores. El escenario post DNU que prohíbe despedir o cesantear.

El gigante siderúrgico Acindar, de la compañía Arcelor Mittal, en su planta de Villa Constitución en el extremo sur santafesino, apeló a un esquema de suspensiones rotativas con una reducción del salario a unos 1.200 empleados directos más otros 1.000 contratistas, como respuesta al parate económico generado por el aislamiento obligatorio.

 

Por estas horas, está negociando con la seccional Villa Constitución de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) las condiciones que impondrá para los trabajadores de la acería ubicada sobre el río Paraná. La compulsa vía videoconferencia entre la compañía y la comisión directiva del gremio pasa por determinar el porcentaje de rebaja salarial y su extensión.

 

Según pudo confirmar Letra P, la empresa puso el borrador sobre la mesa ni bien se decretó la cuarentena, es decir, tres semanas atrás. Por medio de videoconferencias, Acindar planteó la reducción del sueldo al 65%, pero al ser rechazada propuso pagar el 75% por tres meses. La contrapropuesta fue establecer el cobro del 85% durante ese lapso y, posteriormente, al 75%, según dijeron desde la seccional a este medio.

 

El avance de la empresa choca, por ahora, con el DNU 329/20 del Ejecutivo nacional publicado hace apenas diez que prohíbe las suspensiones “por las causales de fuerza mayor o falta o disminución de trabajo por el plazo de sesenta días de publicada la norma”. Desde el Ministerio de Trabajo de Santa Fe explicaron que no pueden formalizar ningún acuerdo sin su consentimiento. “Sería nulo”, sentenciaron.

 

 


La firma elabora acero para la industria, el agro y la construcción

 

 

Pero desde la empresa apuestan a que no se extienda o renueve lo establecido en el DNU para poder cerrar el acuerdo luego de ese período. Mientras, apuran las condiciones. Fuentes del gremio revelaron que desde la siderúrgica deslizaron la posibilidad de reducción de personal después de los 60 días del DNU, que no es más que una forma de presionar la firma del acuerdo, según entienden los dirigentes.

 

Mientras tanto, la empresa Arcelor Mittal hizo girar una suerte de newsletter interno para algunos empleados de mayor jerarquía con información de la Cámara Argentina del Acero (CAA) donde detalla los números negativos de la producción de acero. El escenario no presenta buenos augurios, más allá de excepciones a la cuarentena.

 

El mensaje toma un tono explicativo: “En uno de los párrafos más importantes del comunicado (de la CAA), la entidad indica que ‘el impacto económico de la pandemia traerá aparejada una enorme afectación en el sector siderúrgico local’. Y luego detalla una caída en abril en los despachos del 70/80% respecto a marzo previo a la cuarentena, “la cadena de pagos quebrada” e “incertidumbre sobre la recuperación”.

 

Todo esto busca fundamentar una consigna tácita, recitada primero por su competidor Techint, que es la de cortar por el lado de los trabajadores cuando la recesión apremia. Por más que la CGT buscaba que no prenda en el país, el esquema de suspensiones ganó terreno, incluso desde sus entrañas. Lo que critican desde la central es el costado perverso del modelo: forzar a que los gremios digan “antes de quedar afuera del mundo laboral, acepto que me bajen el sueldo”. 

 

 

 

 

 

Ya pasó en General Motors, en su planta de Alvear, a pocos kilómetros de Rosario, donde ya se viene aplicando un esquema similar con Smata desde la época del gobierno de Mauricio Macri, e incluso lo extendió hasta fin de año antes de desatarse la pandemia. Acindar le quiere dar otro empujón.

 

Incluso el establishment local se ilusionó con la ley Proteccción del Empleo impulsada por el presidente de Chile, Sebastián Piñera, donde se contemplan las suspensiones temporales, por acuerdo entre empleadores y trabajadores, en empresas cuya actividad se ha visto afectada por la crisis sanitaria, o por una orden del Ejecutivo como la cuarentena. Lo contrario al DNU firmado por Alberto Fernández.

 

 

El anuncio de Javier Milei de importar bienes finales alimenticios genera incertidumbre en Santa Fe
Acompañado del ministro de Seguridad bonaerense, Javier Alonso, el gobernador Maximiliano Pullaro recibió los 80 móviles enviados por Kicillof.

También te puede interesar