Bien temprano y en el día 1 de la cuarentena obligatoria dispuesta por el gobierno nacional para evitar el tránsito de personas y la propagación de la pandemia del coronavirus (COVID-19), el ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, se paró frente a un centenar de efectivos en la puerta del ministerio y bajó un mensaje de guerra. El funcionario se convirtió en una persona clave de la mesa ministerial de Axel Kicillof para dar la batalla a un enemigo invisible que se mueve por todo el teatro de operaciones: el ancho y largo territorio que abarca la provincia de Buenos Aires. Envalentonado, a los gritos y con lágrimas de emoción, desplegó todo su histrionismo. “No es momento para tibios”.
“El deber nos convoca. Les hablo como un camarada más que, al igual que ustedes, juraron a la Patria seguir y defender esta bandera hasta perder la vida y es en esta bandera donde están representados, entre otros, los 17 millones de hombres y mujeres que tenemos la obligación de cuidar”, lanzó Berni en el día 1 de cuarentena obligatoria ante autoridades de la policía y diferentes cuerpos de esa fuerza.
El presidente Alberto Fernández avisó que aquellas personas no puedan justificar qué hacen en la vía pública y rompen con la cuarentena podrán ser penados bajo lo que estipule el código penal. Berni es un soldado, siempre lo dijo. Ahora, además parece haber dejado de lado las diferencias que supo tener con la ministra de Seguridad de Nación, Sabina Frederic. Entonces, siguiendo la “cadena de mandos”, desplegó una doble operación. Por un lado, designar fuerzas especiales a controlar el aislamiento obligatorio y por el otro, mover recurso humano para reforzar el patrullaje para evitar hechos de inseguridad. “Nadie está autorizado a realizar ninguna operación que no sea ordenada de su cadena de mando natural”, gritó frente a los efectivos.
Según supo Letra P, intendentes del conurbano mantienen línea directa con el ministro que definió una verticalización del mando. La preocupación entre los jefes comunales de la zona metropolitana es que ante la desolación de las calles se produzcan delitos.
Pero al ministro la actual situación no lo amedrenta. Al contrario, lo envalentona. Berni puede desplegar lo que mejor sabe hacer. El mensaje que este viernes dio desde la plazoleta Rivadavia en las escalinatas de entrada al edificio ministerial, en La Plata, fue elocuente y en la línea castrense en la cual el médico militar K se formó. “En este momento no hay lugar para los libres pensadores ni mucho menos para aquellos que crean que esta cuarentena es un concurso de creativos”, disparó sin necesidad de tener un micrófono en la mano.
“Les quiero pedir a aquellos hombres y mujeres que no sienten el llamado del servicio, aquellos hombres y mujeres que perdieron el calor de la llama sagrada de la vocación, es momento de dar un paso al costado. En esta fuerza no hay lugar para aquellos que especulen y mucho menos para los temerosos porque esta fuerza se nutre del compromiso, se nutre del calor y se nutre del coraje de cada uno de sus hombres”, vociferó.
La épica de ese acto era propia de la antesala de una gran batalla. De hecho, en un video difundido por el ministerio se lo ve a Berni emocionado ante el izamiento de la bandera nacional y una lágrima cae de su ojo derecho. En el gobierno nacional, la provincia y hasta intendentes coinciden en que se trata del combate contra un enemigo invisible.
Berni, Bianco y el jefe de la Bonaerense, Daniel García (Foto: AGLP)
En la tarde de este viernes, Berni junto al jefe de Gabinete, Carlos Bianco, y el jefe de la policía bonaerense, Daniel García, dieron una conferencia de prensa. Allí, el ministro de Seguridad informó que se fueron “notificados” más de 600 ciudadanos que violaron la cuarentena poniendo en peligro a la población. “Es responsabilidad de cada uno saber en qué medida puede quedarse en su casa”, dijo el ministro.
La situación excepcional de la pandemia le adelantó los tiempos al titular de Seguridad, un contexto en el cual le imprime a la fuerza policial la verticalidad que busca y que ya le había adelantado a algunos intendentes del radicalismo a principio de año. Ahora, en la operación contra el COVID-19, Berni dejó en claro que las fuerzas de seguridad de intendentes deben quedar bajo “mando unidireccional y unipersonal” del jefe de la policía.
“Cada uno de los diferentes actores de sus municipios tienen que entender que hay una medida nacional que hay que respetar. No pueden andar los policías generando explosiones de creativismo. Hay un mando unificado que tiene el jefe de la policía y toda la policía está afectada”, detalló.