Los gremios estatales santafesinos se sentaron a la mesa paritaria para cerrar los salarios de 2020, pero aún es una incógnita el tenor definitivo que le pondrán a la negociación con el gobernador Omar Perotti. Por ahora, los dos gremios de la administración central y el poderoso Amsafe de los docentes mantuvieron una postura serena y sin conflictos a la vista con un gobierno provincial que, al igual que ellos, se encolumna en la corriente nacional de Alberto Fernández. Quiénes son y cómo piensan los tres principales líderes sindicales que negocian con el gobierno de Santa Fe.
Baradel y Alesso, dirigentes de Ctera.
SONIA ALESSO, AMSAFE. Los docentes públicos están nucleados en Amsafe y conducidos por Alesso, quien a su vez es titular de la Ctera, la confederación que reúne a todos los gremios del país. Su segundo es Roberto Baradel, par provincial bonaerense, ambos de perfil kirchnerista y de apoyo total a la gestión Fernández.
Alesso siempre demostró confrontación con los gobiernos socialistas, sobre todo cuando la apertura de paritarias se retrasaba. Esta vez no salió con los tapones de punta ante una demorada oferta salarial de Perotti, que recién se presentará dos días antes del inicio de clases. No se habló de la posibilidad de un paro docente el próximo lunes, fecha establecida para el inicio del ciclo lectivo, más allá de que eventualmente el tiempo obligue a la medida de fuerza. En la previa no se percibe un clima beligerante.
A su vez, la dirigente evitó reclamar la cláusula gatillo; más bien se mostró expectante de la reapertura de la paritaria federal dispuesta después de cuatro años por el ministro Nicolás Trotta que sirve de referencia para la negociación provincial. “(La cláusula gatillo) Es una herramienta útil, pero tampoco es la panacea”, soltó Alesso.
Hoffmann, Fernández y Perotti, en el hotel de ATE.
JORGE HOFFMANN, ATE. Los dos históricos secretarios generales de la administración pública también le dieron el respaldo inicial a Perotti y, ahora, le ofrecen tiempo, el recurso más buscado por el gobernador. Es que les confirmó el pago de febrero con cláusula gatillo y de esa forma los gremios no presionarán para una definición inmediata de la paritaria.
Hoffmann, de ATE, tiene un vínculo estrecho con Perotti, se define en la corriente latinoamericanista y en el kirchnerismo y, ahora, en el eminente albertismo. Casi forma parte del Frente de Todos: ocupó el quinto lugar en la lista de diputados nacionales por Santa Fe e incluso después de las PASO tenía asegurada su banca. Sin embargo, una sorpresiva recuperación del macrismo lo dejó afuera.
Si bien estar al mando de un gremio lo obliga a darles respuesta incondicionalmente a los trabajadores antes que las adhesiones personales, Hoffmann se puso del lado del gobierno provincial en su disputa con el socialismo por los números de la caja.
“Lo que recibió Perotti se lo podemos atribuir a (el ex gobernador) Miguel Lifschitz (…) Quisiera discutir con los amigos socialistas y preguntarles si ellos acaso no vivieron 19 meses de recesión y caída de la recaudación, o quieren ocultar el país que nos dejó (el ex presidente Mauricio) Macri”, defendió.
Jorge Molina, de UPCN.
JORGE MOLINA, UPCN. De cintura gremial adiestrada, Jorge Molina no confronta de manera beligerante con el poder político de turno. Incluso fue el primero en pisar el umbral de la sintonía oficialista cuando Perotti no había asumido aún. De arranque le bajó el precio a la cláusula gatillo y, de esa forma, le brindó un panorama no conflictivo al gobierno entrante. Es el gremio con más afiliado de la administración central.
“Tenemos la esperanza que haya una política nacional que contemple a los trabajadores, la producción y el empleo; y que Santa Fe esté inserta en esas políticas; por lo tanto, quizá la cláusula gatillo no sea la herramienta de 2020”, le regaló al gobernador por entonces electo.