Las 124.100 tarjetas Alimentar que se distribuyeron en siete distritos del conurbano bonaerense le están por dar al Gobierno y a los empresarios un dato positivo inesperado en el marco de la crisis del consumo. Según información que obtuvo Letra P de grandes cadenas de supermercados, el plástico al que acceden familias de bajos ingresos llegó a representar casi el 50% de las ventas diarias el tercer viernes del mes, cuando se recarga el plan social, sobre todo en las cadenas que tienen tiendas formato discount o ahorro.
El plástico generó un boom de ventas que impactará en el consumo general.
Este portal obtuvo datos de cadenas con locales en barrios de La Matanza, Quilmes, Avellaneda, Lanús, González Catán y Laferrere, donde las ventas con la tarjeta Alimentar representaron el 48% de la facturación en el día de recarga. En el interior, en tanto, en Chaco hubo registros menores pero significativos, de casi el 25%, al igual que en Concordia.
El dato es un sacudón hasta para los empresarios del sector, que se entusiasman con el efecto multiplicador en ventas que se verá cuando el Ministerio de Desarrollo Social, que conduce Daniel Arroyo, avance con la entrega en Santa Fe y Córdoba, dos distritos de demanda elevada. Además, habrá que sumarle la nueva dinámica cuando se agregue el resto de los municipios bonaerenses.
Si bien el Gobierno esperaba que la inyección de dinero que supone la implementación del plan se notara en el consumo, en el sector dudaban de su efecto. Ahora celebran, además, porque las ventas repuntan el tercer viernes del mes, cuando en general los bolsillos ya gotean el poco dinero que queda.
Los más entusiastas bromean con que el plástico reemplazó la demanda agregada que aportaba el hot sale que la exgobernadora María Eugenia Vidal hacía a través del Banco Provincia. Esa promo, que ofrecía descuentos del 50% sólo para clientes de la entidad estatal bonaerense, además tenía un costo fiscal alto para los comercios.
Según las cadenas, el impacto de la tarjeta Alimentar se verá en los próximos números generales del consumo. Para el Gobierno, aportará otro dato positivo: habrá mucha demanda que antes pasaba por el canal informal (súper chinos, almacenes y hasta mayoristas) que ahora volverá a las grandes cadenas.