El paquete de emergencias en el que tantas aspiraciones deposita el gobierno de Omar Perotti sortearía sin escollos el filtro legislativo del Senado, donde las brasas del fuego amigo peronista siempre están al borde de convertirse en llama. Con promesa de sacar la ley por mayoría, por ahora la rosca se enfoca en el tenor de los cambios que le puedan hacer al proyecto y en lograr un acuerdo previo entre las dos cámaras para evitar un futuro traspié.
Desde diciembre, cuando el paquete de emergencias fue rechazado por el Frente Progresista en Diputados, hasta ahora que está a punto de darle ingreso formal en la Cámara baja, cambiaron varias cosas. La más determinante: los modos del gobierno para formar consensos. Se pasó de una actitud combativa a sentarse en la mesa con la oposición y rubricar voluntades. Eso ocurrió la semana pasada con la UCR y el socialismo donde se purgaron y acordaron mantener cordialidad política.
El senador radical Felipe Michlig participó de aquel encuentro. Mientras releía el proyecto enviado por el Ejecutivo, charló con Letra P y afirmó que “si el gobierno piensa hacer lo mismo que en diciembre, chocará con la pared”, por eso es necesario “lograr un acuerdo político para avanzar en la ley como se habló la semana pasada en la reunión”.
Este acuerdo político se maneja en tres planos. Por un lado, entre las Cámaras. La oposición dice que es fundamental que lo que surja del Senado pueda ser analizado de antemano en Diputados para no correr el riesgo de entrar en la parálisis legislativa. Esto se daría si el Senado que es la cámara de origen lo aprueba, Diputados lo revisa y altera y cuando vuelve a la Cámara baja se producen nuevamente cambios.
Por otro lado, el acuerdo que se presenta es hacia adentro del Senado. “Se aspira a que tengamos un proyecto de mayoría. La idea que tiene el PJ también es lograr mayoría, si es posible unanimidad”. Un senador del peronismo díscolo lo ratificó en off.
El tercer plano del acuerdo es hacia adentro del PJ. Los seis senadores que en el tratamiento del Presupuesto le marcaron la cancha al mismísimo gobernador lograron ser una incógnita en cada iniciativa del Ejecutivo. En diciembre, un cara a cara de Perotti con los senadores encauzó la relación y ahora parece que seguirían esa línea.
Sin embargo, las modificaciones que puedan plantearse en el Senado serán clave para el futuro de la ley. Seguridad vuelve nuevamente a posicionarse como el punto a retocar, luego de que en diciembre ese cuerpo, principalmente los senadores díscolos, lo podara. En ese momento le quitó atribuciones al ministro de Seguridad, sobre todo de ejecución y aplicación de fondos. Ahora, seguirían esa línea y pondrían el foco en las contrataciones, protocolos de sanciones a policías y evitar cualquier sesgo de facultades que signifiquen perder el control que le corresponde a la Legislatura.
Desde el PJ perottista hablan de alineación interna para aprobar el proyecto, incluso este mismo jueves. Pero también tienen sus desconfianzas. “Esperemos que no piensen en tantas modificaciones como en diciembre. Que salga, pero parecido a lo que manda el Ejecutivo”, comentaron antes de ingresar a una reunión del bloque peronista donde se definirían los pasos a seguir.