La presencia y una promesa del gobernador Omar Perotti en la reunión del gobierno provincial con la cúpula de la Unión Cívica Radical (UCR) ablandó la postura de esos integrantes del Frente Progresista de cara al tratamiento de las emergencias solicitadas con insistencia por el Ejecutivo, sin las cuales la gestión del mandatario de Santa Fe no logra despegar.
La Casa Gris le dio continuidad a la ronda de conversaciones en torno al nuevo proyecto de ley de emergencias que ya sufrió un revés en diciembre pasado y se retomó a mediados de enero con posiciones férreas desde la oposición. La UCR fue quizás el partido que más críticas repartió e incluso llegó al encuentro de este lunes denunciando que no avalaría facultades al Ejecutivo que excedan las de su naturaleza republicana.
El ministro de Gobierno, Esteban Borgonovo, y el de Economía, Walter Agosto, recibieron al presidente provincial del radicalismo, Carlos Fascendini; al jefe de bloque en Diputados, Maximiliano Pullaro; al jefe de bloque en el Senado, Felipe Michlig; al diputado Fabián Palo Oliver y al senador Lisandro Enrico, ambos presidentes de los interbloques Frente Progresista. Después de abrirles el nuevo articulado y pretensiones, pasado el mediodía se sumó Perotti.
Esto le dio otro tenor al encuentro. Y fue el propio gobernador quien se encargó de aclarar que el proyecto de ninguna manera busca superpoderes, tal como el Frente Progresista venía fustigando. La garantía se reflejó en el nuevo texto, que cambiaría algunos puntos en ese sentido y no saltearía atribuciones de la Legislatura. Inclusive, en el mensaje del Ejecutivo se aclara que “de ninguna manera se puede entender que las potestades otorgadas se transforman en poderes ilimitados”.
El diputado Oliver explicó a Letra P que, “en una primera lectura, no hay una facultad general de modificaciones presupuestarias como era antes, donde podía hacer a discrecionalidad”. En principio, el nuevo texto aclara las herramientas que necesita, para qué y los fondos de donde salen las partidas. Otras voces del radicalismo coincidieron en que cambió respecto al proyecto original, aunque sostienen que aún persisten facultades delegadas.
“Hemos planteado algunos de los límites que tienen que ver con la no resignación de las atribuciones que corresponden al poder legislativo; en esto han sido claro tanto el ministro como el gobernador de que esa no es la pretensión del Ejecutivo”, dijo Fascendini al salir del encuentro.
Por su parte, el ministro de Gobierno ratificó: “Hemos dejado en claro que no hay ni el más mínimo rastro de delegación de superpoderes ni de facultades. Vamos a respetar las atribuciones del poder legislativo en un 100% y necesitamos las autorizaciones que necesitamos para salir de una situación compleja”.
El gesto parecería allanar el camino al menos a un tratamiento más considerado y despejado de tensión. El senador Enrico lo dejó en claro: “Estamos dispuestos a votar una ley de emergencia sobre todo para aumentar la inversión pública en materia sanitaria, alimentaria y de seguridad. Pero no implica una delegación de facultades al poder ejecutivo. En eso el gobernador se comprometió a no pedir ningún ‘superpoder’”.
Fascendini aclaró que recién ahora van a proceder al estudio detallado del proyecto para hacerle “observaciones, correcciones y encontrar también los acuerdos con los demás bloques”.
La negociación al frente de la cual se puso el propio Perotti continuará este martes con un encuentro con el socialismo, al que se descuenta que también asistirá el gobernador.