PJ BONAERENSE

El mensaje sutil del llanero solitario

El intendente de Esteban Echeverría, Fernando Gray, actualmente vicepresidente del partido, coló un grito ahogado de rebeldía en su saludo de año nuevo.

En medio del relajamiento del fin de semana muy largo, agudos, atentísimos observadores de la política bonaerense, avezados lectores de los subtextos de la rosca, alcanzaron a divisar un puñetazo seco en la mesa en el mensaje de año nuevo que envió a los vecinos y a las vecinas de Esteban Echeverría el intendente del distrito, Fernando Gray, a su vez, vicepresidente del PJ bonaerense. Mientras el subcomandante Máximo Kirchner acomoda los pertrechos para el desembarco en el sillón mayor del partido, poltrona que vienen custodiando los barones del conurbano, el exvocero de la tía del hijo de CFK pidió respetar los “consensos” -con marcado énfasis en esa palabra- y evitar “imposiciones”.

 

Textual: “Vienen tiempos de diálogo, de apertura, de consensos y no de imposiciones”.

 

La frase, que ante el oído desprevenido pasa inadvertida como un eslogan más de tantos que se escuchan salir de las bocas de la dirigencia política y, más aún, en tiempos de crisis que alimentan esas épicas, fue leída en las calles calurosas del conurbano como un grito de resistencia del titular del partido; un módico gesto de rebeldía en un contexto en el que se escucha el eco de la voz de Gray por la soledad en la que se encuentra ante la rendición colectiva de sus compañeros y compañeras intendentes e intendentas.

 

Como viene contando Letra P, el jefe del bloque de diputados y diputadas nacionales del Frente de Todos se cebó con la idea que salió de la cabeza del compañero camporista ministro del Interior, Eduardo de Pedro: cortar la serie de mandatos alternados de Gray y el intendente de Merlo, Gustavo Menéndez (actualmente a cargo de la presidencia), en un sistema de conducción semicolegiada que se dieron los jefes y las jefas territoriales del peronismo para dirigir el partido después de la derrota en las urnas de 2015.

 

La resistencia al desembarco duró nada. Hubo quienes lo cedieron con impostado entusiasmo y hubo quienes otorgaron callando. Este miércoles, en una cumbre que encabezó en la Quinta de Olivos, el mismísimo presidente Alberto Fernández, padrino de los intendentes menos kirchneristas del Gran Buenos Aires, terminó de bendecir al subcomandante. En tensión permanente con su compañera de fórmula, el jefe del Estado hace equilibrio, como le dijo el analista Rosendo Fraga a Letra P.

 

En la Municipalidad de Esteban Echeverría hay sordos ruidos de corceles y de aceros. Dicen, en esos pasillos, que el jefe del palacio está dispuesto a defender el fuerte. El video que grabó este jueves sería una muestra de ello, aunque daría la sensación de que, para resistir y encima en soledad, haría falta un poco más que un mensaje (tan) encriptado.

 

Carolina Piparo y Karina Milei.
Federico Achaval, intendente de Pilar.

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