A casi un año del default de la cerealera Vicentin, que dejó al Banco Nación (BNA) enganchado como el mayor acreedor, la disputa discursiva y judicial entre ambos se ha vuelto cada vez más dura. Tras un nuevo informe de la entidad bancaria en el que le cuenta las costillas a la compañía por un eventual riesgo patrimonial y además eleva las acusaciones de ocultamiento, la cerealera respondió duro: “La banca pública no puede ser utilizada al servicio de quienes quieren el desguace”.
En la carta dirigida al presidente del banco, Eduardo Hecker, el triunvirato que conduce el directorio asegura que el informe titulado “Intento de Vaciamiento Patrimonial del Grupo Vicentin” se basa en “tendenciosas afirmaciones” y pretende influir en la justicia. “El BNA no es Juez del Concurso, ni fiscal, ni Juez Penal y por lo tanto, no debería incurrir en calificaciones de conductas que no le competen, intentando así influir irregularmente, mediante la prensa, en el ánimo de los distintos magistrados, fiscales y funcionarios”.
Se trata de un nuevo round entre el Banco Nación y la cerealera. La banca desde el inicio mantuvo una postura aguerrida a partir de los informes del director Claudio Lozano por los supuestos préstamos irregulares otorgados por la gestión de Cambiemos, denuncias penales y con la participación en un documental contra la firma producido por el exsecretario de Medios de los gobiernos kirchneristas, Enrique Pepe Albistur. En tanto, Vicentin desde hace pocos meses decidió cambiar la línea comunicacional y devuelve sin retaceos las acusaciones.
DESGUACE. Lo curioso es que desde ambas partes hablan de desguace. El Banco Nación denuncia desde hace meses venta de activos, puntualmente el frigorífico Friar, para hablar de un presunto proceso de vaciamiento como forma de frustrar derechos crediticios. Vicentin recogió el guante y argumenta que todas las acusaciones son forzadas, "ideologizadas" y le sirven de sustento a un presunto lobby para que la empresa no siga en pie.
“El BNA es una institución de todos y no puede ser utilizada al servicio de la ideología de ocasionales ocupantes de su dirección y mucho menos de quienes pretenden el desguace de la empresa, para el cobro mediante liquidación de sus acreencias, sin tener en cuenta la continuidad de la firma y la estabilidad de los puestos de trabajo de sus empleados”, dice la carta.
Por último, y con algo de ironía, asegura que el Nación será importante en la “Nueva Vicentin”: “Hacemos votos también para que las energías desplegadas en este desmedido enfoque publicitario se vuelquen en la participación del BNA en el proceso de reestructuración de Vicentin SAIC”.
El presidente del Nación encabeza la ofensiva contra la cerealera que le debe $18.500 millones
En el comunicado difundido, el Banco Nación concluye que la cesación de pagos se debió a un proceso de sobreendeudamiento ocultado por sus directivos, y no a las cuestiones macroeconómicas que afectaron la rentabilidad de las operaciones, tal como esgrime la cerealera en el cuestionado y demorado balance 2019.
Además, sostiene que la cerealera hizo una lectura a su medida en el balance respecto del impacto de la devaluación, de la sequía y el nivel patrimonial. Vicentin respondió a varios puntos y pidió los detalles de dicho informe, “elaborado por otra parte, por asistentes técnicos con una clara posición ideológica en contra, para así poder conocer las razones técnicas de los razonamientos que nutrieron aquella exposición, que rápidamente fue distribuida a los medios de prensa para su difusión masiva”.