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Cerealeras: exportaciones récord detrás de las quejas por la impositiva de Kicillof

En 2019, en el puerto de Bahía Dreyfus aumentó 57% los giros al exterior y Cargill un 60%. En Quequén, COFCO copó el 23% de los movimientos de todo el puerto. La bonanza tras el rechazo a un impuesto.

En los últimos días, la Cámara de Puertos Privados Comerciales (CPPC), la Cámara de la Industria Aceitera (CIARA) y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC) manifestaron públicamente un fuerte rechazo al artículo 100 del proyecto de ley impositiva del gobierno de Axel Kicillof, que, en su texto original, establece “un incremento extraordinario” en el impuesto sobre los Ingresos Brutos aplicable a diversas actividades vinculadas a la explotación de terminales portuarias bonaerenses. Estas cámaras advirtieron su “preocupación” con pronósticos de “consecuencias ruinosas” en las economías de las terminales portuarias alcanzadas por estos gravámenes.

 

Pero, más allá de las “consecuencias ruinosas” vaticinadas por las empresas exportadoras, en el último año buena parte de ellas tuvieron meses de bonanza, sobre todo aquellas que predominan en la nómina societaria de estas entidades: las multinacionales cerealeras como Cargill, ADM, COFCO Louis Dreyfus Company (LDC) registraron notables incrementos de sus actividades en los puertos bonaerenses donde predomina el movimiento de cereales y oleaginosas.
 

 


Días antes de presentar la queja por la Impositiva de Kicillof, la misma CIARA-CEC, presidida por el ex Monsanto Gustavo Idígoras, informó que empresas exportadoras de cereales y aceites liquidaron 23.719 millones de dólares a lo largo de 2019, lo que representa el ingreso de divisas más importante de los últimos 17 años. Esto se tradujo también en cifras récord de movimientos de mercaderías en puertos de la provincia. En el Consorcio de Gestión del Puerto de Quequén, por ejemplo, dieron cuenta de un récord de embarques que transportaron una suma superior a las siete millones de toneladas.

 

De los nueve puertos bonaerenses, más del 85% del movimiento de mercaderías se concentra en solo cuatro, siendo Bahía Blanca y Quequén los que tienen un definido perfil cerealero. En ambas terminales, los grandes jugadores de la agroindustria tienen un fuerte predominio que se expresa no solo en el diseño del esquema operativo portuario, sino, también, en la influencia dentro de la comunidad donde se emplaza.

En su terminal portuaria de Bahía Blanca, Dreyfus giró, entre enero y noviembre de 2019, cereales por un total de 1.863.393 toneladas, lo que representó un aumento del 56,7% con respecto a los movimientos generados durante 2018.


 

Así se repartió el movimiento de mercaderías en los puertos bonaerenses en la primera mitad de 2019 (Fuente: Min. Producción PBA).

 

 

La multinacional de origen francés, que es líder en el procesamiento y comercialización de diversos commodities agrícolas, obtuvo una significativa suba de embarques de maíz, que fueron secundados por porotos de soja y, más abajo, trigo, cebada y malta. Fueron más de una docena los destinos de este gigante cerealero, con Brasil y China a la cabeza, seguidos por Vietnam, Corea del Sur y Arabia Saudita. Dreyfus opera en más de 55 países y está radicada en Argentina desde fines del siglo XIX.

 

A diferencia de los cuestionamientos de movida realizados al nuevo gobierno a través del Centro de Exportadores de Cereales y la Cámara de Puertos Privados Comerciales, Dreyfus supo tener otro lazo con la pasada administración de Cambiemos. En julio de 2016, tanto la entonces gobernadora María Eugenia Vidal como el presidente Mauricio Macri inauguraron obras en la terminal de Dreyfus en el puerto bahiense junto a los principales directivos de esta multinacional.
 

 


Otra de las empresas que pisa más fuerte en el principal puerto bonaerense es la multinacional cerealera Cargill, que en el último año facturó 113.490 millones de dólares a nivel global. En Argentina, Bahía Blanca es uno de sus centros de operaciones. En su sitio portuario bahiense movió, entre enero y noviembre de 2019, mercaderías por más de tres millones de toneladas, un 59% más que en 2018, operando para ello 133 buques que se repartieron en 22 destinos a alrededor del globo, con China y Corea del Sur entre sus principales destinos, con más de 500 mil toneladas cada uno.

 

Presente en el país desde 1943, la influencia de Cargill en el puerto bahiense tiene su raíz en momentos de euforia privatista del menemato. En 1993, Bahía Blanca se transformó en lo que se denominó "el primer puerto independiente de Argentina", al crearse el esquema de "Consorcio de Gestión".


 

Cargill, el jugador más fuerte del puerto bahiense en 2019. Embarcó granos, harinas y aceites por casi tres millones de toneladas  (Fuente: Puerto Bahía Blanca).


El consorcio es una figura autárquica integrada por un miembro del gobierno bonaerense, uno de la Municipalidad local, uno por empresas prestatarias y otro de concesionarios, además de representantes sindicales, de agencias marítimas, productores primarios y sectores que comercializan las mercaderías.

 

El peso de cada uno de estos sectores al momento de la conformación del consorcio es determinante a la hora de orientar su perfil. En varios de estos lugares, el esquema de consorcio es denunciado por los gremios como una "privatización encubierta" tendiente a fortalecer el margen de acción de las empresas privadas que operan en cada puerto. Durante la era vidalista, el Ejecutivo provincial transformó en consorcio a todas las delegaciones portuarias que quedaban bajo la órbita directa de la Provincia.

 

Otro de los pulpos cerealeros que opera en Bahía Blanca es la multinacional de capitales norteamericanos Archer Daniels Midland (ADM). Con 20 años de presencia en el país, ADM también tuvo un 2019 de bonanza, con embarques entre enero y noviembre de 2019 que estuvieron cerca de las 2,5 millones de toneladas, un 70% más de lo girado en 2018.



Dos tercios del movimiento de mercaderías en el Puerto Bahía Blanca corresponde a cereales y oleaginosas. Cargill, ADM y Dreyfus tienen terminales allí.
 

 

No es casual el fuerte incremento que registró ADM en el segundo tramo de 2019. Anticipándose al avance sobre las retenciones del por entonces gobierno electo de Alberto Fernández, en noviembre se registró el mayor volumen de operaciones de las últimas dos décadas. Aquí, ADM encabezó la lista de los agroexportadores que más ventas declararon por esos días, con 5,1 millones de toneladas. Solo en el puerto de Bahía Blanca, fue superlativo el incremento de los envíos de porotos de soja (un 339% más que el año anterior) y trigo (un 504% más). Asia acaparó la mayor parte de las exportaciones de ADM, con China a la cabeza, seguida de Corea del Sur e Indonesia.

 

En Quequén, la operatoria portuaria estuvo dominada en 2019 por la multinacional cerealera de capitales chinos COFCO (que absorbió a Nidera)casi duplicó de un año a otro las toneladas giradas (de 886 mil en 2018 a más de 1,6 millón en 2019). De acuerdo al reporte estadístico de movimientos realizado por el Consorcio portuario, al que tuvo acceso Letra P, con más 1,6 millón de toneladas, COFCO acaparó casi el 23% de los movimientos de mercadería, seguida muy por debajo por la Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA), con el 14% de los movimientos portuarios en Quequén durante 2019. Con un caudal poco mayor al 9% cada uno, Bunge y CHS Argentina se ubicaron en tercer y cuarto lugares respectivamente.



La multinacional cerealera COFCO duplicó las toneladas embarcadas de un año a otro en Quequén. Las inversiones en Sitio 0 fueron clave.

 



El punto a destacar aquí es que tanto COFCO como CHS confluyen en el holding "Sitio 0", concesionaria de una de las tres terminales del Puerto de Quequén. CHS es la cooperativa agrícola más grande de Estados Unidos y en Argentina es comandada por Ignacio Bosch, miembro, como contó Letra P, de una familia con múltiples unidades de negocios en el sector agropecuario que durante el último gobierno macrista tuvo a varios de sus integrantes en puestos clave de las carteras de Agroindustria tanto nacional como bonaerense.

Además, en el caso puntual de Necochea, los Bosch también tienen su radio de influencia con Patricio Miguel (titular de la Sociedad Rural local) y Marco Mateo Bosch, que al menos hasta el año pasado se desempeñaba en CHS y es esposo de la concejala de Cambiemos Felicitas Cabretón.

 

Sitio 0 se materializó en tiempos de Cambiemos -marzo de 2016-, con un corte de cintas que tuvo la presencia del entonces ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, quien siempre tuvo un particular interés por los movimientos portuarios de Necochea y Bahía Blanca, este último puerto donde colocó a un dirigente de su extrema confianza al frente del consorcio, Miguel Donadío, quien salió en los últimos días a cuestionar públicamente el aumento previsto en el proyecto original de Kicillof.

 

En octubre de 2019, Sitio 0 de Quequén tuvo su pico de operatividad, con barcos cargados solo en ese mes con más de 226 mil toneladas. La bonanza cerealera en tiempos de macrismo los llevó a agigantarse con la instalación de silos por más de 14 millones de dólares, que le permitieron adicionar 50 mil toneladas de capacidad de acopio.

 

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