El candidato presidencial del Frente de Todos, Alberto Fernández, sigue moviéndose en casi todos los ámbitos con la habitualidad y el trato familiar que tenía cuando dedicaba las horas a los armados políticos en la trastienda del post kirchnerismo. La gambeta a la solemnidad, que en el inicio de la campaña produjo algo de desorden, se mantiene intacta. A diferencia del candidato a gobernador bonaerense del peronismo, Axel Kicillof, el ex jefe de Gabinete de Néstor y Cristina Kirchner no robotiza el diálogo con sus equipos técnicos en el grupo de Whatsapp.
Cafiero, de saco y corbata, uno de los comentarios del chat.
“Grupo Callao” se llama el chat que se creó en los años de carreteo político del think tank de Fernández. Allí conviven su jefe de campaña, Santiago Cafiero, y buena parte de los economistas de su entorno y con los que más habla. Cecilia Todesca Bocco, Matías Kulfas y Miguel Cuberos, entre otros.
Fernández tiene una escritura activa en el grupo: hace preguntas puntuales, comparte artículos periodísticos, elogia el trabajo de sus hombres y mujeres y se hace un tiempo para bromas. Una de las últimas lo tuvo al joven Cafiero como centro. Uno de los participantes del grupo subió una foto de la gira de Fernández por Perú y Bolivia. En la postal se lo ve al candidato y a su equipo junto con Evo Morales, el presidente boliviano. Cafiero, en una de las esquinas de la foto, viste saco y corbata. “No lo conozco a este chico de la punta. ¿Es el mismo de siempre?”, escribió Fernández. Generó risas y otros comentarios picantes, todos permitidos y entendidos en una lógica de distensión. Cafiero suele tener un estilo descontracturado en su forma de vestir.
Relajado versus solemne. Fernández relaja en el chat, Kicillof endurece.
También alguno de los participantes le pidió a Fernández que dejara de manejar su auto y tuviera un chofer. “Es así, el coche no lo larga”, contaron desde el espacio en referencia al Corolla gris plata que suele parar en la puerta del búnker de la calle México. Por esa vía de comunicación también se cursan órdenes de Fernández con pedidos a otros grupos de trabajo del Frente de Todos. Uno de ellos, el Instituto Patria, que por orden de CFK se puso a trabajar a disposición del candidato.
Lo que ocurre en ese grupo de Whatsapp, aseguran los que trabajan con Fernández, marca su idea de la construcción. "Hay que debatir, digan lo que piensen. La política se murió cuando se empezó a obedecer y, cuando eso pasó, se perdió el Gobierno", suele ser la frase que el candidato usa para alentar el disenso.