Fue dura la derrota de Juntos por el Cambio en el principal bastión bonaerense, La Matanza. Allí, el postulante local, el actual ministro de Educación, Alejandro Finocchiaro, quedó 40 puntos por debajo del candidato de Frente de Todos, Fernando Espinoza (fue 60% a 20%). Bajo este escenario y luego de varios meses de creciente tensión interna, el comité local de la UCR se manifestó en duro términos contra quienes “diseñaron la campaña” y exigieron un encuentro con el candidato a intendente, la conformación de la mesa local del frente y actuar “con más humildad, menos soberbia y más amplitud”.
Asimismo, denunciaron que, a pesar del ofrecimiento radical para fiscalizar en una serie de mesas, algo que fue rechazado por la cúpula del frente, en algunos colegios durante la jornada electoral “no estaba la boleta de Juntos por el Cambio, no había un fiscal por mesa y había uno o dos fiscales generales”.
Tras un plenario del radicalismo matancero realizado este miércoles por la noche, se establecieron una serie de pautas a seguir, sin dejar de subrayar en primera instancia: “El resultado de las PASO está fuera de discusión, el pueblo en forma soberana eligió al que consideraba que puede representarlos en octubre, de acuerdo al trabajo y el resultado diario”.
Ante eso, manifestaron que desde la UCR se va a “redoblar el esfuerzo” de cara a octubre “a pesar de la poca participación que desde la hegemonía se nos dio”. Aunque reconocieron “la buena predisposición” del primer candidato a concejal, el ex integrante de la Corriente Clasista y Combativa Eduardo “Lalo” Creus, sobre el cual ponderaron su actitud de “contener a muchos correligionarios que entendemos la hora que vive la nación, la provincia y nuestro municipio”, los dirigentes boina blanca descargaron su malestar contra los principales referentes.
Por tal razón, requirieron “por enésima vez” convocar la mesa local de Cambiemos “para tratar de enmendar errores de la campaña, ya que no se pudo o no se quiso llegar al vecino”. También, se volverá a “convocar al candidato a intendente y responsables para retomar los ejes de la campaña que propuso el radicalismo matancero”, bajo lo cual se requirió “actuar con más humildad, menos soberbia y más amplitud”. “Habrá que alborotar el partido para tratar de que sea menos pesada esta densa realidad”, enfatizaron.
Como viene contando Letra P, la preexistente tensión entre dos sectores que conviven dentro del comité matancero se agudizó luego de que el sector denominado “Radicales Autoconvocados” denunciara que la titular del partido, la diputada salvadorista Josefina Mendoza, “se cortó sola” al momento de la negociación para la confección de la lista local, por lo que advirtió que “fue a dedo” la elección de los representantes por la UCR en la nómina encabezada por Finocchiaro. Allí, el radical mejor posicionado es el titular de la Juventud Radical de la Tercera sección, Guido Goluscio, como precandidato a concejal en tercer lugar. Goluscio responde directamente a Mendoza y ambos tienen línea directa con el vicegobernador Daniel Salvador, a través de su hijo, el candidato a diputado nacional Sebastián Salvador.
En ese contexto, Mendoza fue destituida de su cargo, a pesar de mantener el respaldo de Salvador, quien también es blanco de los reproches de buena parte del radicalismo en La Matanza.
En diálogo con Letra P, Gustavo Barresi, uno de los secretarios del comité local, aseveró que Mendoza “no volvió más” al partido desde que se decidió su apartamiento.
“Hay un cúmulo de cosas que hay que evaluar del por qué se llegó a ese resultado y por qué te dieron la espalda cuando propusiste una idea o un determinado planteo. Después, que cada uno se coloque el sayo necesario. Quizás el PRO eligió con quién debería haber hablado. A las pruebas nos remitimos, salvo Lalo (Creus) y algunos otros candidatos, no hemos visto campaña que la gente esté en la calle”, recalcó Barresi.
En ese sentido, el dirigente del radicalismo matancero sostuvo que su espacio solicita “explicaciones”, fundamentalmente en cuestiones registradas en los últimos comicios: “Nosotros habíamos establecido una serie de colegios en los cuales el radicalismo estaba propicio para fiscalizar y nos dijeron que los colegios que justamente habíamos solicitado estaban cubiertos. Después, nos hemos enterado que no estaba la boleta de Juntos por el Cambio, no había un fiscal por mesa y había uno o dos fiscales generales en algunos colegios”, advirtió.