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Siempre a ganador

Schiaretti reventará las urnas, ganará peso en el PJ blando y se sentará sobre un tesoro clave para la Casa Rosada. Entre Clarín, Macri y CFK, ¿dónde irán los votos del equilibrista que nunca pierde?

Lo único que se discute es la diferencia y la ciudad capital. Como excepción nacional de un peronismo sin territorios decisivos, Juan Schiaretti camina hacia su domingo victorioso en la cuna presidencial del macrismo. Sobreviviente de todas las eras, el gobernador de Córdoba tiene la mesa servida por sus adversarios y se quedó sin oposición ni contrapeso. Queriéndolo o no, Mauricio Macri, Marcos Peña y los divididos de Cambiemos jugaron para él y el kirchnerismo se disciplinó en una provincia que siempre le resultó impenetrable. Además, la muerte de José Manuel De la Sota lo dejó como único líder del cordobesismo, el experimento que lleva dos décadas en el poder y pretende llegar al umbral del cuarto de siglo.

 

Queriéndolo o no, Mauricio Macri, Marcos Peña y los divididos de Cambiemos, Mario Negri y Ramón Mestre, jugaron para Schiaretti.

Las encuestas que circulan en la provincia muestran a Schiaretti con una intención de voto por encima del 50 por ciento y una diferencia que puede ser de entre 25 y 30 puntos con respecto a su segundo, Mario Negri. Para el ex secretario de Industria de Domingo Cavallo, el objetivo íntimo es superar la adhesión que logró De la Sota en 2003 (51,84%), una meta que contrasta con los planes que hacen sus aliados directos y potenciales.

 

El PJ Federal precisa el triunfo para plantar su alternativa nacional con más fuerza y definir las reglas de unas primarias que junten a Roberto Lavagna con Sergio Massa. Miguel Angel Pichetto está convencido de que Schiaretti será desde el lunes un actor fundamental para el despegue del PJ del medio. Macri, en cambio, espera que El Gringo vuelva a ser, como desde diciembre de 2015, su socio esencial en la gobernabilidad.

 

Avisados de una derrota fulminante, en la Casa Rosada el triunfo de Schiaretti ya es presentado como un beneficio. No sólo porque el Presidente se entiende mejor con el gobernador que con muchos de los miembros de Cambiemos. También, por un cálculo inconfesable: puede arrebatarle la ciudad al radicalismo y licuar así -de cara a la Convención Radical- las ínfulas de refundación del nosiglismo que exhibe a Martín Lousteau a nivel nacional, apostó por Ramón Mestre en Córdoba y reclama abrir la alianza porque con Macri no alcanza. Distinto sería si se diera el escenario que hoy resulta más improbable en las encuestas: que Negri quedara tercero pese al respaldo nacional en el territorio más macrista de la Argentina.

 

 

INTERCAMBIO DE FAVORES. El Presidente y el gobernador tienen un vínculo directo y estrecho que se remonta a las décadas del 80 y el 90, pero fue vital para la Casa Rosada a partir de 2015. Como parte de la negociación que empieza el domingo a la noche, el ingeniero puede argumentar que ya le hizo a Schiaretti más de un favor. No sólo por los recursos que le transfirió, sino, también, por el regalo de una coalición hecha trizas, entre la falta de conducción política, la mezquindad y el sálvese quien pueda. Si Macri lo hubiera planificado, tal vez le habría salido mal. Pero lo que presenta Cambiemos en la provincia es a pedir del gobernador.

 

El operativo para acercar al gobernador a Cambiemos ya se puso en marcha vía Horacio Rodríguez Larreta.

A punto de cumplir 70 años, con cinco décadas de actividad política que registran orígenes en el Cordobazo y cuatro stents en el corazón, Schiaretti desmintió en las últimas horas que vaya a ser sometido a una operación de corazón en el corto plazo y lo atribuyó a las “bajezas” de la oposición en campaña. 

 

Según pudo saber Letra P, el operativo para acercarlo ya se puso en marcha vía Horacio Rodríguez Larreta. En un encuentro privado de la mesa chica del PRO, el jefe de Gobierno porteño planteó la necesidad de recomponer vínculos con el consultor Guillermo Seita, embajador de Schiaretti en Buenos Aires y nexo histórico con el grupo Clarín. Mientras el dueño de Managment & Fit es denostado por los amigos del jefe de Gabinete que escriben en los medios oficialistas, Larreta y María Eugenia Vidal contratan sus servicios. Rencillas menores de un equipo que trabaja codo a codo. Seita no niega su reunión en la Casa Rosada con el propio Macri. Si sirvió para el Presidente, todavía está por verse.

 

 

Urnas y después. Aupado por una ola de votos, Schiaretti será pieza clave del peronismo blando.

 

 

FRACASO MATA SOCIEDAD. En Córdoba, rechazan cualquier acercamiento de un Schiaretti triunfante ante un Macri que vive pendiente del auxilio del Fondo y el apoyo de Donald Trump para completar su mandato. Afirman que El Gringo puede ser cualquier cosa, menos “socio de una derrota ajena”. Por eso, niegan la operación abrazo de oso que intentan ahora desde Balcarce 50 para mostrarse cerca del gobernador en la antesala de una derrota que puede ser estrepitosa si se tiene en cuenta que Macri obtuvo el 71% de los votos hace poco más de tres años. Hoy, ese resultado parece irrepetible y los sondeos ubican al Presidente con una intención de voto que está entre 20 y 35 puntos abajo de ese pico.

 

En el cordobesismo, no cayeron bien las incursiones de la caballería de Buenos Aires encabezada por la explosiva Elisa Carrió. Las acusaciones de complicidad con el narcotráfico que hizo la jefa de la Coalición Cívica -incluida la mención incendiaria a la muerte de De la Sota- rebotaron fuerte en la provincia, aunque no está claro si aportaron votos para Negri. A eso, cerca de Schiaretti, le suman la denuncia contra el candidato a vicegobernador Manuel Calvo que presentó el abogado Marcelo Touriño por abuso de autoridad y negociaciones incompatibles con la función pública con el apoyo de Negri, Luis Juez y el ex referí Héctor Baldassi. Según Touriño -un “denunciante contumaz” para el PJ-, Calvo benefició a un empresario amigo con concesiones. Aunque no lo diga, Schiaretti ve la larga mano de Peña detrás de todos esos fuegos.

 

 

Derrota útil. El Gringo aplastará a Negri, el candidato de Macri en Córdoba.

 

 

DOMINGO. En Balcarce 50, por supuesto, niegan cualquier impacto de las elecciones provinciales en el mapa nacional. Sin embargo, el resultado de Córdoba dispara una pregunta esencial: ¿hacia dónde van a ir en octubre los votos decisivos que convirtieron a Macri en presidente?

 

¿Qué va a hacer el gobernador a partir del domingo? Lo más probable es que se mantenga por lo menos hasta las PASO en la ¿ancha? avenida del medio.

Territorio hostil para el kirchnerismo en sus 12 largos años de gobierno, la provincia que parió a Cavallo, apostó por Carlos Menem en 2003 y respaldó a Lavagna en 2007 insinúa en las encuestas la desilusión que genera el fracaso de Cambiemos.

 

¿Qué va a hacer el gobernador a partir del domingo? Circulan visiones antagónicas. Lo más probable es que se mantenga por lo menos hasta las PASO en la ¿ancha? avenida del medio donde confluyen Lavagna, Pichetto, Massa y Urtubey, una ficha que corre paralela a la apuesta secundaria del grupo Clarín.

 

Lo que no está claro es si está dispuesto a jugar fuerte para parar una alternativa que arranca desde muy atrás o prefiere quedarse como árbitro de la polarización, de cara a un eventual ballotage entre Macri y Cristina Kirchner. Experimentado en el poder, Schiaretti ya convivió con los dos como presidentes mientras vio caer una y otra vez los intentos de plantar un peronismo moderado con respaldo popular. Sólo si se profundizara la crisis, con Macri desangrado en intención de voto, Lavagna lograría penetrar en segunda vuelta y el gobernador podría tener un correlato nacional más afín al cordobesismo. Si no, afirman en el PJ cordobés, va a hacer lo que hizo siempre: apostar a ganador.

 

Victoria Villarruel, en el Senado.
El bloque oficialista de Martín Llaryora, Hacemos Unidos por Córdoba, está dispuesto a consensuar modificaciones en la ley del juego online con la oposición.

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