Un F5. Así definen en el entorno de Francisco Azcué a la nueva etapa que empieza en el segundo semestre de Juntos por Entre Ríos en Concordia. El intendente busca concentrar poder y darle nueva impronta a la gestión, que culminó un primer semestre tambaleante.
En el círculo más íntimo cuentan que el intendente reconoce como propios algunos errores que atribuye a la falta de experiencia. Entre ellos, la distribución “demasiado equitativa” de poder y los riesgos de aspiraciones personales que se vieron potenciadas. Lo que muchos definieron como “el municipio loteado” parece ahora llegar a su fin.
Para eso, Azcué tiene de su lado condiciones objetivas más favorables. El freno, por ahora, de la inflación y el sistema financiero del municipio estabilizado son dos datos en los que se recuesta para encarar el nuevo tiempo.
La renuncia del presidente del PRO Entre Ríos
Como contó Letra P, la salida del presidente del PRO Entre Ríos del gabinete fue la oportunidad que el intendente encontró para resetear su círculo íntimo de toma de decisiones. Eduardo Caminal dejó una vacante que Azcué piensa llenar con contenido exclusivamente propio. Lo que quizás sea la antesala en la construcción del “azcueismo”.
En el nuevo círculo de poder de Azcué se empoderan dos nombres que serán las “manos derechas” del intendente, con roles bien definidos para cada uno. Luciano Del Ollio, secretario de Gobierno, será el nuevo front man político, mientras que Pablo Ferreyra, secretario de Hacienda, concentrará todo el poder en el día a día de la gestión.
Los incondicionales de Francisco Azcué
Del Ollio es un joven de extracción radical con quien Azcué compartió el fragor de la batalla militante. Se conocieron en el barro de la territorialidad y forjaron una amistad que se solidificó en los comités de la Juventud Radical. En él descansará para las batallas más políticas porque tiene, además de su confianza, la experiencia como vocero y defensor de proyectos.
Absorberá todas las áreas que hasta ahora estaban bajo la órbita de Lorena Aguilar, en la Secretaría General de la Intendencia. Esa dependencia, que el propio Azcué había creado, desaparecerá en la nueva orgánica que se tratará este jueves en el Concejo Deliberante. El corrimiento de Aguilar, presidenta de la UCR Concordia, es también un síntoma de la búsqueda de construcción de un poder con sello propio.
Del Ollio fue cuatro años concejal y un hombre que, según lo definen quienes entienden la decisión del intendente, no pondría en riesgo el crecimiento de Azcué por aspiraciones políticas individuales. Es también la pareja de otra mujer del poder en Entre Ríos: la viceintendenta de Gualeguaychú, Julieta Carraza (UCR), compañera de gestión del cuasi libertario Mauricio Davico (JxER).
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Francisco Azcué junto a Luciano Del Ollio y el futbolista concordiense Gustavo Bou, durante un partido de la liga local, este fin de semana en Concordia.
Ferreyra, por su parte, pasará a ser secretario de Hacienda y coordinador de Gabinete. Es decir, absorbe la función política que se había pensado en un principio para Caminal. Ferreyra comenzó la gestión como segundo de Del Ollio y fue escalando gracias a la absoluta confianza que en él deposita Azcué. Es quizás el más incondicional de todos y, además, amigo personal del uno.
Su mérito principal fue ordenar las cuentas del municipio y tener como atributo un perfil bajo. “Es picante pero eficiente, tranquilo, no vende humo”, lo define una persona que comparte el día a día. Su rol será 100% de gestión y organización de la tropa puertas adentro del palacio de gobierno. Bajo su órbita se mudarán también algunas dependencias como Recursos Humanos e Informática, entre otras.
El peronismo, deuda pendiente
En los planes de Azcué también aparece saldar las deudas pendientes con el peronismo que le dio la victoria. El dirigente radical (que en la interna jugó con el sello de Evolución) sabe que le debe a ese sector participación en la gestión, como ya lo viene haciendo, y lo seguirá haciendo, Rogelio Frigerio en la provincia.
El intendente entiende que debe dar lugar a los que jugaron por su candidatura. “Se pintaron la cara por este proyecto y no les dimos nada”, reconoce una persona que conversa sobre el tema con él. Es muy probable que en esta nueva etapa esa deuda se pague.