El intendente de Pilar, Nicolás Ducoté, volvió a dar un paso en falso y sumar críticas pero, esta vez, desde el interior del propio Cambiemos: funcionarios con despacho en la capital bonaerense pusieron el grito en el cielo por el viaje de placer que el jefe comunal emprendió rumbo a Nueva York en momentos en que toda la alianza gobernante concentra esfuerzos para encauzar una campaña electoral que se le presenta cuesta arriba.
Ducoté abordó el vuelo de la empresa American Airlines de las 20.36 del domingo en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza. El motivo del viaje no está relacionado con su función pública: aprovechó una actividad de su esposa, Laura Zommer, para acompañarla y tomarse unos días de descanso en la coqueta ciudad del este de Estados Unidos.
Los gestos en política hablan; tomarse un avión a Nueva York con una inflación ingobernable, un dólar incontenible y a horas de un paro general y de celebrarse el Día del Trabajador denota más que falta de cintura política, se quejaron en el entorno de la gobernadora.
Le critican que desoiga inclusive el pedido que la propia mandataria hizo a toda la dirigencia del PRO de mostrar austeridad y ponerse la campaña al hombro.
La actitud del jefe comunal pilarense va a contramano de las directivas salidas de las usinas de campaña de la gobernación de Buenos Aires y de la Casa Rosada, desde donde se instruyó un trabajo sin descanso para contener los votos propios. Retener las intendencias que gobierna es clave para Cambiemos y Pilar tambalea. No perder esos bastiones es fundamental para las aspiraciones de Vidal de seguir gobernando la provincia y, por ende, para las del propio Mauricio Macri en el camino a la reelección.
A diferencia de lo que ocurre en la mayoría de los distritos de la provincia, en la comuna del norte del conurbano el intendente no necesita esperar autorización para salir. Fue el propio Ducoté quien cambió las reglas en ese sentido. Los concejales que le responden votaron una ordenanza que estipula que la mayor autoridad puede tomarse vacaciones ilimitadas.
El decreto establece que el intendente puede irse cuantas veces quiera, por un período de 14 días hábiles corridos, en cualquier momento del año. Fue la modificación de la ordenanza 447 que lo obligaba a pedir autorización al Concejo Deliberante cada vez que quisiera salir del país.
“Tratamos de agilizar el pedido de licencia, no esperar a que se tenga que reunir todo el Concejo para autorizarme si me quiero ir cuatro días a Villa Gesell”, justificó en su momento Ducoté ante la consulta de la prensa.