Justicia Cambiemos

Los operadores PRO que buscan sentar al candidato K en el juzgado electoral

El ministro Gustavo Ferrari y el presidente de Boca, Daniel Angelici, tejen para la llegada de Laureano Durán al poderoso sillón bonaerense. El juez Alejo Ramos Padilla, la piedra en el zapato.

La cobertura del poderoso juzgado Federal 1 de La Plata, único con competencia electoral en la provincia de Buenos Aires -el distrito de mayor peso específico político del país-, continúa como objeto de intensas negociaciones en los pasillos de las entrañas del poder formal en Argentina. En esa pelea, se recortan las figuras de un funcionario del Gabinete de la gobernadora María Eugenia Vidal y un operador político judicial del presidente Mauricio Macri: ambos, en tándem, operan para el desembarco del candidato K del macrismo en el poderoso juzgado, al que también aspira Alejo Ramos Padilla, considerado una piedra en el zapato de Cambiemos.

 

Tal como informó Letra P el pasado viernes 29 de marzo, Laureano Alberto Durán “es el candidato del oficialismo”. Figura tercero en el orden de mérito confeccionado por el Consejo de la Magistratura nacional, detrás de Ramos Padilla, el juez que lleva adelante la investigación que puso contra las cuerdas al fiscal Carlos Stornelli (uno de los magistrados preferidos de la Casa Rosada), y detrás del funcionario judicial Jorge Eduardo Di Lorenzo, secretario del Juzgado Federal 3 de La Plata, quien supo integrar Justicia Legítima, el tanque de pensamiento judicial del kircherismo en épocas de predominio camporista en el órgano nacional de selección de magistrados.

 

El núcleo duro del macrismo busca impedir por todos los medios el desembarco de Ramos Padilla a uno de los sillones judiciales más importantes de la provincia de Buenos Aires. Paro ello eligieron como candidato a Durán, hijo del ex camarista federal fallecido Alberto Durán, quien fue funcionario de Julio Alak cuando el ex ministro de Justicia K era el alcalde de la capital bonaerense.

 

Cuatro fuentes consultadas revelaron que los armadores de la postulación de Durán (quien también tiene vasos comunicantes con el kirchnerismo) son el ministro de Justicia bonaerense, Gustavo Ferrari, y el zar del juego y presidente de Boca, Daniel Angelici, señalado por la diputada nacional Elisa Carrió (una de las fundadoras de Cambiemos) como el operador judicial del Presidente en los tribunales federales de Comodoro Py.

 

Ferrari tiene vínculos aceitados con Angelici. Ambos comparten la comisión directiva del Club Atlético Boca Juniors, institución que sirvió como laboratorio político para la carrera pública que depositó a Macri en la Casa Rosada. Ambos fueron quienes convencieron al Jefe de Gabinete bonaerense, el abogado y periodista salteño Federico Salvai (hombre de máxima confianza y jefe de campaña de la gobernadora bonaerense), de la conveniencia de tener “ese juez propio, amigo”, en el cargo en pugna.

 

 

 

 

“La pregunta que nos hacemos al interior de Cambiemos es si esa ‘rosca’ es lo que quieren dentro de la fuerza, ya que este proyecto fue votado con otro mandato de la sociedad”, indicó un funcionario consultado.

 

Durán cuenta con otro apoyo devengado de una rara alquimia de kirchneristas y macristas. Tiene el aval de Julián Álvarez, secretario de Justicia en la segunda presidencia de Cristina Fernández de Kirchner, y hombre de confianza del intendente PRO de Lanús, Néstor Grindetti, quienes ya conocen el sabor de la victoria cuando trabajaron en tándem y se quedaron con la conducción del Colegio de Abogados de Avellaneda-Lanús.

 

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