PLANO CORTO. ALEJANDRO ROZITCHNER

Guionista de la resistencia ultramacrista

Acompaña al Presidente desde 2008. Trabaja para Peña. Sus detractores lo llaman "el Caruso Lombardi" del PRO. Incombustible, les da letra a fanáticos de la reelección, "pese a todo".

No integra orgánicamente el equipo de comunicación que cuida diariamente la imagen presidencial, pero el filósofo Alejandro Rozitchner acompaña a Mauricio Macri desde su primer mandato al frente de la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Desde 2008, durante la primera experiencia de la gestión porteña, tuvo en sus manos la responsabilidad de darle letra al macrismo y trabajar en las argumentaciones discursivas de los funcionarios y, también, la de dotar de una estética alternativa al empresario acartonado y casi conservador que, por entonces, se preparaba para encabezar la campaña proselitista permanente de los diez años siguientes. Todavía faltaba una eternidad para la polarización eterna con el kirchnerismo y, más, para la campaña más difícil: la que tiene como objetivo la reelección de un gobierno acorralado por las malas noticias que supo producir. En este escenario, Rozitchner, como letrista de un núcleo duro macrista que resiste cualquier plan electoral alternativo para el oficialismo, arrisga que, "a pesar de todo", "lo más probable es que Mauricio este año vuelva a ganar" y da pie a la máquina de optimismo electrónico que controla el jefe de Gabinete, Marcos Peña

 

Los memoriosos recuerdan a un outsider del apparatchik que circundaba a Marcos Peña en el primer piso de Bolivar 1. Para diferenciarse del discurso municipal, Rozitchner estrenó por entonces el blog “Aire y Luz”: una plataforma virtual paralela a la comunicación oficial desde la cual comenzó a aplicar sus consejos para descontracturar al entonces alcalde porteño. Ahí comenzaron los primeros chispazos entre los funcionarios con rango y el “asesor externo” de Mauricio y Marcos. Una década después, los cruces siguen siendo los mismos.

 

“Todo gobierno tiene a su (Ricardo) Caruso Lombardi y nosotros tenemos al nuestro. Depende directamente de Marcos, dicen que tiene oficina acá. La tuvo, pero por acá no se lo ve casi nunca”, confió a Letra P un funcionario con despacho en Balcarce 50 que conoce al filósofo desde sus primeros garabatos políticos en la Ciudad y también por las ediciones de la revista "Querido Mauricio", realizada durante la campaña 2015, donde, junto al ahora jefe de Gabinete, le daba consejos al candidato. 

 

 

 

"Creo que el objetivo de tu presidencia debería ser el de producir una mutación psicológica del argentino. Crear las condiciones para que el individuo maduro, íntegro, capaz, responsable, sea una tendencia general y no una excepción. Establecer el marco para que las personalidades sean capaces de otras posiciones existenciales y tiendan a generar crecimiento propio y común más que a victimizarse, paralizarse y negativizarse", le recomendó en esos días el "militante del entusiasmo" a su empleador.

 

La relación contractual de Rozitchner con el Estado fue confirmada por Peña en diciembre de 2016. Fue en respuesta al pedido de informes que presentó el diputado nacional Rodolfo Tailhade (FpV), que pidió saber cómo y cuánto le pagaban. El ministro coordinador contestó que había sido contratado el 1 de enero de ese año, con un salario mensual bruto de 63.925,83 pesos, con un horario de 10 a 18, para que brinde funciones vinculadas al "asesoramiento en el planeamiento y realización de los discursos oficiales y consejos de redacción en la Unidad Ministro". También, para asesorar "al jefe de Gabinete en el análisis y transmisión de las políticas públicas, ideas y toma de decisiones en relación a la comunicación oficial", además de la "capacitación permanente del equipo de discurso" que conducen Fátima Micheo y Julieta Herrero  bajo la órbita del secretario general de la Presidencia, Fernando De Andreis.

 

Según la base de datos Nosis, esa relación sigue actualmente con el Gobierno como empleador principal, pero en la Casa Rosada no quisieron precisar cuántas horas asiste a su despacho, cómo es el vínculo laboral ni cuánto cobra.

 

En el mismo informe que Peña envío al Congreso también negó que la firma Salió Bien S.A. fuera proveedora de la Jefatura de Gabinete. Se trata de una empresa que Rozitchner comparte desde 2005 con una socia, la psicóloga María Ianantuoni, que fue empleada del Gobierno porteño entre 2012 y 2014.

 

 

 

 

A pesar de la resistencia que cosecha en los encargados de la comunicación cotidiana de la Casa Rosada, el filósofo del optimismo reapareció en octubre pasado, durante las primeras reuniones del reducido gabinete de ministros que comenzó a funcionar después de septiembre, en uno de los momentos más álgidos de la crisis. Se dejó fotografiar por los reporteros oficiales mientras tomaba nota de las “principales ideas” de la gestión, para hacer sus aportes al Presidente. 

 

 

 

“Estoy convencido de que (Macri) va bien, que va a ir mejor, que el Gobierno va a repetir, porque decae la esperanza y empieza a aparecer la obra pública. Cuando sea el momento de la elección que viene, la gente se va a dar cuenta del cambio”, le dijo Rozitchner al presentador Alejandro Fantino en una de sus apariciones en el programa Animales Sueltos, un escenario donde ya suma varias presencias. Fue casi la misma línea argumental que ahora repite desde su cuenta personal de Twitter, aunque en este momento es casi el único funcionario que, además de Peña, se anima a asegurar la continuidad de Macri por otros cuatro años.

 

 

 

A diferencia de otras etapas, ya no dice que su pronóstico se concretará en la primera vuelta, pero su misión discursiva continúa inalterable. En la Casa Rosada sostienen que “recuperó” influencia luego de hacerle una entrevista al Presidente sobre sus 60 años, que cumplió el 8 de febrero. Rozitchner tiene 18 meses menos menos que Macri: nació el 19 de septiembre de 1960 y está por cumplir 59. La puesta en escena fue definida por los críticos del filósofo como “una publinota”, aunque los mismos consultados conceden que “le encantó a Mauricio”. Macri no sólo “le presta la oreja como un filósofo crítico del populismo”, según contó a Letra P una fuente del Gobierno que integra la fila de críticos de esa entrevista.

 

“Es una de las pocas personas de su edad que escucha. El Presidente casi no tiene gente de esa edad a su alrededor y, si puede, la esquiva”, confió la fuente sobre este filósofo que acumula 15 libros publicados y una extensa tarea de adoctrinamiento en la Fundación Pensar, con “Talleres de Entusiasmo” para sus dirigentes.

 

Con la escritura tejió una muy buena relación con la editorial Planeta, que tuvo como gerente al actual secretario de Cultura, Pablo Avelluto, que adjudica su ingreso al PRO en 2012 gracias a sus dos grandes amigos: Rozitchner y el titular del Sistema de Medios Públicos, Hernán Lombardi.

 

 

 

“Las guerras, como las crisis, hasta pueden ser un alivio, porque permiten eludir el difícil trabajo de tener que crecer. Nietzsche interpreta que los pueblos se lanzan a la guerra felices, porque encuentran un sentido de vida. Parece paradójico, pero es así. Las personas se salvan del trabajo de buscarse a sí mismas tirándose de cabeza a una causa meritoria”, le contestó a La Nación en 2002 el filósofo graduado en la Universidad Central de Venezuela, donde su padre, León, era titular de cátedra, con una visión política diametralmente opuesta al pensamiento de su hijo.

 

Fue esa prédica la que sedujo a Macri y a Peña en los comienzos del PRO, cuando Rozitchner ya era conocido en las generaciones más jóvenes de lectores por ser coautor del libro “Saquen una hoja: manual de supervivencia para el estudiante secundario”, publicado en 1993 y escrito a cuatro manos con el empresario de medios Mario Pergolini. Ya por entonces era el mismo crítico de la izquierda y del “populismo” que luego amplificó su prédica en los medios, en sus talleres de creatividad, en las bajadas de línea de la Fundación Pensar y también en los encuentros con parte del equipo de comunicación que reporta a Peña.

 

 

 

Dentro del ejército de funcionarios del PRO que cuestionan a Rozitchner hay algunos que no descalifican la funcionalidad de sus razonamientos. “Tiene un mérito: repite lo mismo hace casi 20 años y buena parte de lo que decía en la radio y en la tele (como columnista del programa Hora Clave, conducido entonces por Mariano Grondona) se lo empezó a vender a Marcos y a Mauricio”, resumió la fuente.

 

Victoria Villarruel, vicepresidenta de la Nación.
El gobierno de Gustavo Petro echó a diplomáticos argentinos de Colombia.

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