El entusiasmo que le dedican algunos funcionarios bonaerenses a la versión de una candidatura presidencial de la gobernadora María Eugenia Vidal sólo cosecha rechazo y desdén en los despachos del primer piso de la Casa Rosada, donde los colaboradores del jefe de Gabinete, Marcos Peña, anticipan que la agenda que se avecina sólo estará concentrada en el plan para buscar la reelección del presidente Mauricio Macri. En la última reunión de gabinete que encabezó este martes, el mensaje que escucharon los ministros en boca del ministro coordinador no fue una invitación, sino una advertencia: concentrarse en la gestión y no dejarse llevar por las internas. La directiva no estuvo solamente concentrada en las esquirlas de la pelea cordobesa y en las pujas de Cambiemos, sino en los tironeos del PRO, hegemonizados durante el verano por el intento de desdoblar las elecciones provinciales de las nacionales.
“Los más interesados en que crezca el Plan V son los kirchneristas”, espetó un vocero que depende de Peña, concentrado en minimizar y negar la existencia de tensiones internas que atraviesan a la Casa Rosada desde el año pasado en torno al rol de Vidal.
Afectos a los trackeos incesantes y la evolución de las tendencias, algunos hombres del Gobierno consultados por Letra P sostienen que el desgaste de la gestión nacional también ha comenzado a generar incertidumbre en la comodidad de Vidal en las encuestas. “Hay que ver cómo se mueve el peronismo, pero hay algunos candidatos que podrían medirse de otro modo con Vidal. En la provincia no hay ballotage, se gana o se pierde por un voto”, insistió una de las fuentes oficiales que asegura la "inexistencia del Plan V" y prefiere interpretar la versión a un reflejo clásico del PRO: la fuga hacia adelante en momentos aciagos.
Para otros inquilinos de Balcarce 50 se trata de una nueva novela interna del PRO que reedita -en parte- aquella que protagonizó la vicepresidenta Gabriela Michetti a principios de 2015, cuando se resistió al dedazo de Macri y disputó una interna con el entonces jefe de Gabinete porteño, Horacio Rodriguez Larreta, quien finalmente se impuso en una pelea del macrismo capitalino que Peña intentó frenar con el mismo esfuerzo que ponen sus colaboradores por enterrar el Plan V.
Así como Peña dijo en un reportaje reciente que Vidal está cumpliendo con el compromiso de no usar la gobernación como trampolín para disputar la presidencia, los interlocutores de la Casa Rosada con La Plata aseguran que la gobernadora dio la orden de no hablar más del tema ni darle entidad, todo lo contrario a lo que hacen algunos de sus funcionarios más cercanos, que atizan la posibilidad con el mismo interés invertido para promover el desdoblamiento electoral y mover a distintos intendentes a pedir la eliminación de las PASO bonaerenses.
Luego de todos esos movimientos institucionales, la hipótesis de una patrulla perdida detrás del Plan V despierta suspicacias, porque resulta difícil creer que la gobernadora no esté al tanto de esos planteos.
“Hay un sector del gobierno bonaerense que va a mover todo lo posible para desafiar a Peña e incomodarlo”, confió otro hombre del Ejecutivo que pasa sus días en la provincia sin poder intervenir en el armado electoral que depende de Vidal.
Esos escuderos están convencidos de que el Plan V es parte de esa “interna macrista controlada”, revivida por un sector que está empeñado en devolverle las gentilezas a Peña, el principal encargado de enterrar el desdoblamiento bonaerense y, también, de demoler la posibilidad de que Vidal detente otra candidatura diferente a la búsqueda de su reelección en la Provincia.