ELECCIONES 2019. CAMBIEMOS

La fría distancia que separa a Macri y a Rodríguez Larreta

La tensión, intervenida por Peña y plagada de desconfianzas, llegó a su clímax con el "hagan algo" de un obrero al Presidente. La exposición en Neuquén y el hospital de heridos de Parque Patricios.

Como parte de la agenda de campaña prevista por el oficialismo, Mauricio Macri se prepara para coprotagonizar una nutrida agenda de recorridas y fotos con Horacio Rodríguez Larreta y con la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal. Pero detrás de la escenografía de campaña la relación del jefe de Gobierno porteño y el Presidente no pasa por su mejor momento. Según las fuentes de Cambiemos consultadas por Letra P, la distancia es producto de una serie de desacuerdos políticos respecto al armado nacional de la alianza, al desarrollo de la campaña en el interior del país y al derrotero de distintos dirigentes que buscan consuelo en las oficinas porteñas de Parque Patricios luego de pasarla mal en la Casa Rosada.

 

La última incomodidad pública entre ambos sucedió hace un mes, cuando un obrero de la construcción le reclamó al líder del PRO que “haga algo” ante la situación económica. Fue en el barrio de Barracas, durante una recorrida por las obras del plan Pro.Cre.Ar. en los terrenos de la Estación Buenos Aires. El incidente no detuvo la hoja de ruta prevista por el equipo de campaña de Cambiemos, pero reanimó las facturas internas que se pasan los escuderos porteños con los presidenciales. El momento incómodo se viralizó en las redes y desembocó en una pesquisa del Gobierno sobre el trabajador para saber si había un complot en contra del Presidente, una falla intencional en la organización del evento o una inesperada e incontenible expresión de descontento que puso a prueba la capacidad de respuesta de Macri.

 

 

 

“Ya pasó. Comprobamos que fue espontáneo, pero en los primeros días hubo todo tipo de facturas entre Parque Patricios y la Casa Rosada”, confió a Letra P un funcionario nacional que participó del evento, organizado por el Instituto de la Vivienda de la Ciudad (IVC), que encabeza Juan Maquieyra. Ante las consultas, los funcionarios involucrados minimizaron el hecho, explicaron que fue un “imponderable logístico” y circunscribieron las diferencias a “discrepancias políticas” que “no son nuevas”.

 

ALMUERZOS NO TAN SECRETOS. Una de las tensiones más reservadas dentro de la mesa chica del PRO pasa por la escucha que le dedica el alcalde porteño a los malheridos del núcleo más duro que rodea al Presidente. La filtración pública que confirma esos chispazos internos fue difundida la semana pasada por el diario La Nación, con la publicación de una foto donde se podía apreciar a Rodríguez Larreta junto al presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó, en un almuerzo reservado.

 

 

 

“Se juntan bastante seguido, lo nuevo es que ahora se filtró esa foto”, explicó un funcionario de la Casa Rosada para confirmar la relación entre ambos. Monzó ya anunció que no intentará retener su banca en las próximas elecciones y mantiene diferencias políticas “casi irreversibles” con el jefe de Gabinete Marcos Peña, otro histórico contendiente interno de Larreta en el entorno presidencial.

 

Cerca del alcalde porteño tomaron distancia de las versiones. “Se escribe sobre el tema, pero no tiene correlato con la realidad. La relación sigue muy bien. Todo lo que hace Horacio es a la luz del día, incluido el almuerzo con Monzó. La foto la tomó un periodista del diario que almorzaba ahí y rápidamente la puso en manos de la sección política. Un acierto. Nosotros preferimos los hechos: por ejemplo, unificar las elecciones porque somos un equipo y el equipo está adelante”, contestó un alto funcionario porteño.

 

Así como el alcalde porteño escucha a Monzó, también respalda a Vidal en sus diferencias con Peña y contiene al titular del interbloque de Cambiemos, el diputado radical Mario Negri, que será candidato a gobernador cordobés bajo la marca “Córdoba Cambia”, dentro de la interna local que el Gobierno no pudo resolver y que también tendrá al intendente capitalino, Ramón Mestre, como otro aspirante al mismo puesto. 

 

 

 

DESCONFIANZAS DE CAMPAÑA. Los tironeos también giran en torno a las participaciones del alcalde porteño en la campaña nacional. Rodriguez Larreta fue el único dirigente del PRO que viajó a Neuquén para respaldar al radical Horacio “Pechi” Quiroga, que disputó la gobernación de esa provincia y quedó tercero.

 

El 2 de marzo, nueve días antes de la derrota, dijo desde Neuquén capital: “Tengo mucha fe en que Pechi va a ser elegido en los comicios del 10 de marzo”. También aseguró que “Mauricio le tiene un cariño muy especial y coincide con nuestra visión de la gestión transformadora que ha llevado adelante y sé que puede trasladar esta misma experiencia a la provincia”.

 

 

 

Luego de la visita a las urnas de los neuquinos, Rodríguez Larreta volvió con un sabor amargo de su visita a Quiroga. Fue el único que llevó su apoyo al candidato radical, mientras la Casa Rosada se mostró casi prescindente de esa contienda provincial. “Por momentos queda la sensación de que lo mandaron a mostrarse con un candidato perdedor”, se lamentó un funcionario que confirma en reserva las diferencias que laten al interior de la mesa chica del PRO, aunque en el caso neuquino la queja roza la desconfianza y apunta directamente a Peña, en su rol de jefe de campaña.

 

Bartolomé Mitre, presidente de la Argentina que añora Javier Milei.
Javier Milei junto a gobernadores en Tucumán.

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