EL PACTO CON EL FMI

El libro rojo de Kicillof, un gesto duro en una charla blanda con el Fondo

En la reunión con el organismo, el ex ministro de Cristina dejó ver en su escritorio un ejemplar de “Por qué la austeridad mata”, un texto inglés que expone el impacto humano del ajuste. Qué se habló.

En la mesa del despacho en el que Axel Kicillof recibió a los funcionarios del Fondo Monetario (FMI) hay pocas cosas. Un termo, un mate, una computadora, un teléfono, un plato de bizcochitos agridulces Don Satur y un libro. El texto, tapa roja, es un símbolo. “Por qué la austeridad mata: el coste humano de las políticas de recorte”, es un texto de 2013 escrito por David Stuckler, politólogo y profesor de la Universidad de Oxford, y Sanjay Basu, doctor en medicina y profesor de la Universidad de Stanford.

 

El ejemplar, puesto justo enfrente del italiano Roberto Cardarelli, fue como una especie de preludio de lo que Kicillof diría en la charla con el FMI, de la que participó además el jamaiquino Trevor Alleyne. Stuckler es un crítico de la afectación de las políticas del Fondo en países emergentes, no solo a nivel económico, sino en trabajos más detallados, como el perjuicio directo sobre la salud pública. “Fue una casualidad, lo tenía ahí porque acaba de sacar unas citas”, dijeron a Letra P desde el entorno del legislador.

 

La portada del libro de Stuckler y Basu. "Se lo regaló un amigo", cuentan en el entorno de Kicillof. 

 

 

A lo largo de una hora cuarenta, el ex ministro de Cristina Fernández de Kirchner  les dio a los funcionarios que envió Christine Lagarde su visión de la situación local y el efecto que tendrá el programa del FMI en la actividad y el empleo. “El acuerdo no es sustentable en el tiempo, generará graves problemas de empleo, y en la industria”, disparó Kicillof en una charla que desde su entorno calificaron como “protocolar”. “Estoy preocupado”, cerró el ex funcionario no antes de aclarar algo similar a lo que había manifestado un antagonista del kirchnerismo, el salteño Juan Manuel Urtubey. “Si no hay un plan para crecer, a ustedes no les va a pagar nadie”, dijo Kicillof.

 

 

 

Otro punto llamativo de la reunión. Cardarelli admitió que “compartimos la preocupación con la situación de Argentina, hay mucha preocupación, pero el plan de estabilización era necesario”. Naturalmente, el FMI llevará a todas las reuniones que el ajuste es imprescindible. Un rato después de la reunión, en declaraciones al programa Pasaron Cosas, de Radio Con Vos, Kicillof contó que “no me preguntaron sobre el próximo gobierno. Me dejaron claro que no tienen la voluntad de incidir en el proceso electoral. Es razonable que no tomen partidos, que agiten fantasmas”.

 

Desde el despacho del ex funcionario concluyen que el FMI busca dos objetivos en estas reuniones: el primero, sacar una ficha directa de los interlocutores; el segundo, sondear qué nivel de dureza tienen los que podrían ser opositores a Cambiemos en las elecciones de octubre.

 

Vicentín, una vez más en el centro de la escena judicial en Santa Fe.
Los gobernadores están preocupados por la baja en los ingresos de sus administraciones.

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