La convivencia entre Alberto Fernández y Horacio Rodríguez Larreta es una incógnita. Mientras el presidente electo pidió hacer “oposición dura” al PRO en la Ciudad, el jefe de Gobierno reclamó cautela a su equipo y adelantó que evitará la confrontación con el peronismo. El primer contacto directo se dio este viernes en las oficinas de Fernández, donde el alcalde llegó acompañado de su vicejefe, Diego Santilli, y se fue con un pedido concreto del próximo jefe de Estado: remover las rejas (desmontables) que rodean la Plaza de Mayo para liberar el acceso y el tránsito el día de su asunción. El tándem porteño dio el "ok" y el lunes 9 de diciembre se desmontará el vallado.
Las rejas apostadas en los alrededores de la Plaza de Mayo y la Casa Rosada fueron autorizadas por la Legislatura de la Ciudad bajo un pedido expreso del presidente Mauricio Macri. En rigor, por intermedio de Casa Militar, el Presidente solicitó al Gobierno porteño que refuerce la seguridad en la zona de Casa de Gobierno y se envió una ley al Parlamento porteño para avanzar con el pedido. Por otra parte, el cordón de seguridad que envuelve ese perímetro es controlado por la Policía de la Ciudad, que está bajo la órbita de Santilli.
Rodríguez Larreta y Fernández hablaron por teléfono la noche del 27 de octubre, a instancias de Sergio Massa. Fue un saludo protocolar que incluyó felicitaciones mutuas. Nada más. Ahora, el presidente electo envió la primera señal: le pidió al bloque de legisladores del Frente de Todos que haga oposición dura y no acompañe el paquete de leyes de fin de año del jefe de Gobierno. En tanto, Larreta optó por evitar peleas y buscará, como contó Letra P, blindarse en la Ciudad que gobernará por cuatro años más.
De la reunión también participaron los peronistas Claudio Ferreño, Julio Vitobello y Juan Manuel Olmos, del riñón del Presidente. Ferreño asumió como legislador porteño y será el hombre de Fernández en Perú 160, donde, desde la jefatura del bloque Frente de Todos, tendrá la tarea de mantener la unidad entre el peronismo y el kirchnerismo. Vitobello asumirá como secretario General de la Presidencia y Olmos será asesor del Presidente.
DIÁLOGO. En el albertismo y en el larretismo coinciden en que la charla fue en buenos términos y que durante todo el encuentro se dio un "diálogo antigrieta". El propio Fernández lo precisó a la hora de comunicar la reunión: lo hizo a través de Twitter y recordó la promesa de su campaña en torno a remover las rejas de la Plaza de Mayo.
Además, informó que Rodríguez Larreta se comprometió a quitarlas. Como contó este medio, en la jefatura de Gobierno confían en una relación madura con la Casa Rosada y apuestan a los puentes en común entre ambos gobernantes. El alcalde repite, convencido, que "peor relación que la de Mauricio con Cristina no existe. "Muchas gracias por ayudarme a terminar con las divisiones y unir a la Argentina", escribió el presidente electo.