El gobernador bonaerense, Axel Kicillof, consiguió lo que fue a buscar este martes a la reunión con el presidente Alberto Fernández. No solo él, sino todos los gobernadores se mostraron conformes con la suspensión del Consenso Fiscal que el gobierno nacional había activado en 2017 -bajo la administración Cambiemos- con todas las provincias del país, a excepción de San Luis. La puesta en stand by de la norma para 2020, que implica suspender la baja de algunos impuestos provinciales como Ingresos Brutos y Sellos, le representa a la provincia de Buenos Aires la inyección de cerca de 30 mil millones de pesos a una rueda financiera atravesada por los compromisos de deuda.
El fin al Pacto Fiscal fue uno de los pedidos que Kicillof le hizo a Alberto Fernández. En el análisis previo, realizado por el equipo económico del mandatario bonaerense, evaluaban que era un problema el acuerdo que había hecho la gestión de María Eugenia Vidal con el gobierno central de Mauricio Macri. Principalmente porque desfinanciaba al Tesoro provincial al reducir Ingresos Brutos.
En 2020, Kicillof podrá recuperar la recaudación en Ingresos Brutos y en Impuestos a los Sellos. En el Ejecutivo calculan que orillaraban los 30.000 millones de pesos los recursos que hubiesen dejado de percibir de no suspenderse la norma.
Atado a la suspensión del Pacto Fiscal, no se descarta que el Ejecutivo avance en el mediano plazo sobre la estructura impositiva. En el compromiso que había asumido Vidal, el Estado bonaerense iría achicando progresivamente la alícuota a los Ingresos Brutos. Hoy, este impuesto es el principal ingreso de recaudación propia que tiene la provincia, que además está a punto de declarar la emergencia económica.
“Nos da otro margen”, le dijeron este martes a Letra P desde Casa de Gobierno, una vez consensuada la foto entre los gobernadores y Fernández.
Representa alivio fiscal para todas las jurisdicciones. Por caso, para la Ciudad de Buenos Aires, volver a hacer uso del impuesto a los Ingresos Brutos representa la posibilidad de recaudar 20.000 millones de pesos. En 2019, a la gestión de Horacio Rodríguez Larreta, la rebaja de ese impuesto por el acuerdo con el gobierno nacional le implicó dejar de percibir 8.000 millones de pesos.