Lo que viene

Vidal, entre el impasse político y las promesas de un Cambiemos “sólido”

La gobernadora bonaerense saliente asegura que su espacio será una oposición constructiva. Reiteró que seguirá trabajando en la provincia pero sin definir modos. Desestima tensiones con Macri.

La gobernadora bonaerense saliente, María Eugenia Vidal, sostuvo que en la nueva etapa que se abre para Cambiemos será “una oposición constructiva, que no haga oposicionismo", al tiempo que apuntó a la consolidación de un frente “sólido” y “unido”. Aunque reiteró su intención de seguir trabajando políticamente en la provincia de Buenos Aires, dejó a entrever un impasse en este aspecto: “No quisiera los próximos dos o cuatro años vivir de la política", dijo en una entrevista a La Nación.

 

Sin definir su rol concreto el próximo año, recalcó que está “buscando trabajo”. De volver a la actividad pública, ratificó: “Tomé un compromiso con los bonaerenses de no dejarlos solos. Y ese compromiso se tiene que cumplir. Después en qué cargos, de qué manera, se va a ir definiendo. No tengo ansiedad ni apuro; hoy me importa más la consolidación de Cambiemos en esta etapa que las candidaturas".
 

 


Sobre el nuevo posicionamiento de la alianza, dijo que tiene "cierta expectativa". "Se abre una nueva etapa para Cambiemos y para mí, que es la de ser opositores y mostrar una oposición constructiva, que no haga 'oposicionismo' pero que al mismo tiempo sea firme en la defensa de sus valores", deslizó para aseverar que el país necesita a futuro "un Cambiemos sólido, unido y que represente cabalmente ese 40% de los votos que recibió".

 

Por otra parte, desestimó versiones en torno a una erosión de su relación con Mauricio Macri tras la decisión de no desdoblar las elecciones nacionales y la de la provincia: "Hace más de 15 años que conozco a Mauricio y trabajamos juntos. Hace cuatro años leo todos los días opiniones sobre nuestro vínculo. El último sábado estuve con él dos horas hablando en la quinta Los Abrojos", expresó.

 

Y añadió: "Nuestro vínculo personal no cambió nunca, ni en los momentos más difíciles de estos cuatro años. Nuestro vínculo político tuvo las tensiones que naturalmente tiene por ocupar dos roles distintos: el de presidente y el de gobernadora, pero siempre se terminaron zanjando".

 

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