“En diciembre de 2015, los chicos en los comedores escolares almorzaban por $6,30”, enfatizó con tono crítico María Eugenia Vidal en el inicio de sesiones ordinarias del año pasado en la Legislatura para ponderar –como lo hizo en reiteradas apariciones públicas– la creciente inversión realizada año a año por su gobierno en los montos a asignar en el Servicio Alimentario Escolar (SAE). Pero lo cierto es que, si se traduce en dólares, ese escueto monto heredado de la gestión Scioli es mayor a los $33 con los que la administración vidalista dejará el poder. En 2015, el monto que se otorgaba por alumno para el almuerzo equivalía a 0,64 centavos de dólar; en 2019, representa 0,52 centavos de dólar.
Sin embargo, quienes abastecen a los comedores escolares no necesitan hacer deducciones cambiarias para sacar conclusiones de lo que atraviesan por estos días: “Con $33 no se le puede dar de comer a un chico ya desde meses”, sostuvo a Letra P el titular de Proveedores del Servicio Alimentario Escolar Bonaerense (Prosaeb), Marcelo Luzzi, quien marcó que el próximo gobierno de Axel Kicillof “va a tener que meter rápidamente la mano en Servicio Alimentario Escolar para tratar de actualizar los precios”. En ese sentido, afirmó que, para brindar un menú óptimo desde el punto de vista nutricional, “tendríamos que estar hablando entre 50 y 60 pesos mínimo”.
Gabriel Sánchez Zinny (Educación) y Santiago López Medrano (Desarrollo Social), ministro éste último a cargo de los comedores escolares.
También hizo foco en la necesidad de revertir la faltante de cupos: “En los últimos tiempos se registró una mayor presencia de chicos en comedores. Esto alteró bastante la posibilidad de llegar a todos con una ración importante”. Al remarcar que “hace varios meses” se le pidió a la actual gestión provincial que actualice el monto de los cupos “aunque sea siguiendo la inflación”, Luzzi subrayó: “Desde octubre del año pasado hasta octubre de este año ni de cerca estuvimos siguiendo la inflación”.
Siendo su radio de operaciones el distrito de General Pueyrredón (Mar del Plata), Luzzi comentó que allí están cumpliendo con el menú que se les asigna, aunque enfatizó: “Obviamente que estamos trabajando a pérdida”. Y ejemplificó: “Los viernes tengo que llevar milanesa y tengo $38 de costo en 100 gramos de carne. Después, tengo pan rallado, huevo, aceite, el acompañamiento –que puede ser puré de papas o ensalada- y tengo la fruta. Me pagan $33. ¿Cómo hacemos para darlo? Nosotros lo estamos dando, pero sé que en otros distritos ya no están dando ese tipo de menú”. Más allá de los esfuerzos por buscar precios, sostuvo: “Realmente no alcanza. Es insuficiente el monto desde donde lo miren”.
Por fuera de ese reclamo sin respuesta, el titular de Prosaeb destacó que desde 2017 la administración vidalista dejó de retrasarse en los pagos. “Esa previsibilidad nos juega a favor porque nos permite manejarnos financieramente, sabemos a qué fecha emitir los cheques, eso lo ponemos del lado positivo”, destacó.
CAMBIOS QUE COMPLICAN. Luzzi dio cuenta de una problemática por la que atraviesan los proveedores escolares por estos días. Sucede que AFIP decidió convertir a los Consejos en agentes de retención del IVA. “Cuando se decidió, lo hicieron de manera muy desprolija y el Sistema de Gestión Contable para Consejos Escolares (SICOINCE), por el cual tienen que liquidar los pagos, no estaba preparado para hacer esa retención y el Tribunal de Cuentas bonaerense no permite hacerlo de forma manual porque sería irregular. Entonces, hay distritos que, por la complejidad y la magnitud, como La Matanza, los proveedores tenían facturas para cobrar a partir del 1 de noviembre y no le pueden liquidar. No es sólo el Servicio Alimentario Escolar, también a proveedores de infraestructura, gasistas, a todos".
En cuanto a los pedidos de aumento en el cupo del SAE a realizar a la próxima gestión de Kicillof, Luzzi recalcó que en el Frente de Todos “están al tanto” de la situación y mencionó que en ese espacio político en Mar del Plata “fueron los primeros en reclamar la falta de cupos en el distrito y saben que esos $33 son insuficientes”. Ante eso, consideró: “Creo que el nuevo gobierno va a tener que meter rápidamente la mano en Servicio Alimentario Escolar para tratar de actualizar los precios, más allá de la política que quiera llevar adelante”.
Más allá de las peticiones en cuanto a la actualización de precios, el titular de Prosaeb también hizo foco en la articulación con el Ejecutivo “en una mesa donde también estén los nutricionistas”. Sobre esto punto, argumentó con un ejemplo: “En General Pueyrredón tenemos el macro centro, el micro centro y la periferia, donde tenemos realidades totalmente distintas de lo que puede ser el macro centro. Hoy, tengo en el macro centro escuelas que tienen hasta 20 alumnos celíacos para los que nos liquidan los mismos $33, cuando cualquiera que compra alimentos para celíacos sabe el monto que representa. Pero en la periferia no tengo chicos con celiaquía. Es muy raro, no es que no tenga. En realidad, son chicos desatendidos que no están diagnosticados. Entonces, sabemos que esta situación pasa, en esto también hay que poner una mirada. Y eso faltó en esta gestión”.
“Eso es lo que uno puede trasmitir a la nueva administración: escúchennos porque somos nosotros los que estamos llegando a las escuelas, los que día a día, auxiliares, cocineros, equipos directivos, conocen la realidad de cada escuela”, puntualizó.