Por lo pronto, el paquete de peticiones hacia la administración venidera ya tiene alistados sus principales puntos, con las particularidades propias de cada entidad, pero también con algunas cuestiones que son transversales.
TRES EJES. Algunas preocupaciones se reparten entre el esquema impositivo y el financiamiento inaccesible desde mayo de 2018 (cuando se produjo la primera turbulencia cambiaria de magnitud). “¿Qué van a hacer con la híper asfixia impositiva nuestra en el próximo presupuesto provincial?”, preguntó la coordinadora de Lechería de Carbap, Andrea Passerini, quien hizo foco crítico en la persistencia del tributos como el Inmobiliario Complementario –que definió como “inconstitucional”.
En el caso del sector lácteo, recalcó que existen cuestiones estructurales que dependen de políticas nacionales, como transparentar la cadena y que la industria comercialice según la tipificación legal de suministro: “No hay precio cierto, no hay una pizarra, un montón de cuestiones que hace que sigamos entregando a ciegas y que la modalidad de negociación de nuestra leche cruda sea la del tironeo”, enfatizó a Letra P.
Al advertir que desde junio están asistiendo “a un virtual congelamiento del precio de la leche cruda al tambero con subas muy por debajo de la inflación”, Passerini admitió que el tema comercialización excede lo provincial pero que se va plantear en la mesa provincial. La dirigente de Carbap hizo hincapié en la descapitalización y “absoluta ausencia de financiamiento básico, capital de trabajo e inversiones” en un escenario de “tasas siderales de interés”. Ante eso, subrayó: “Necesitamos un Banco Provincia que nos dé financiamiento blando y de largo plazo porque los tambos están completamente descapitalizados, por eso ha bajado muchísimo el número de vacas”.
“Son tres temas muy importantes: carga impositiva, financiamiento y comercialización que se ajuste a derecho”, sintetizó la agenda de pedidos.
Por otro lado, el ex vicepresidente de Federación Agraria Argentina (FAA) Jorge Solmi detalló que en el encuentro que mantuvieron meses atrás en la filial de Pergamino con Axel Kicillof –en una de las pocas reuniones formales del por entonces candidato del Frente de Todos con productores- el pedido fue por políticas diferenciadas: “No todos los productores tienen que tener las mismas políticas. Como ministro de Economía, él lo implementó devolviéndoles las retenciones a los productores más chicos”.
EL ROL DEL BAPRO. En diálogo con Letra P, Solmi ahondó: “No solo la ley fiscal requiere de políticas segmentadas, diferenciadas por el tamaño de los productores, sino también que el Banco Provincia, que se ha dedicado a la timba financiera y no al crédito, vuelva a ser un instrumento de desarrollo. Que el crédito sea, como siempre lo pidió la Federación Agraria, orientado, dirigido y supervisado. Es decir, que esté destinado a alguna actividad en particular, orientado hacia lo que quiere dinamizar la Provincia y supervisado para que no haya vivos que sacan plata en condiciones favorables para después no hacer otro tipo de inversión y jugar a la especulación. El crédito tiene que ser para la producción”.
El dirigente oriundo de Pergamino requirió dinamizar instrumentos de producción como el Fogaba: “Para los productores más chicos es un instrumento fabuloso. Los productores en su mayoría somos pymes y como tales necesitamos apalancarnos en el crédito. Se tienen que crear nuevos instrumentos financieros, que no los hay”, sostuvo.
CAMINOS. También, puso el acento en infraestructura en general y en el mantenimiento de los caminos rurales en particular, aceitando los consorcios integrados por “productores comprometidos en la conducción y supervisión de que los caminos estén funcionando”. “Sin caminos, empezás a abandonar las producciones de mano de obra más intensiva y te empezás a dedicar a las que menos tiempo te requieren en el campo, por eso para nosotros el tema infraestructura es importante”, recalcó.
En esa línea fue también Passerini, que requirió que Kicillof “continúe con el plan de los 12 mil kilómetros de caminos rurales” iniciado por Vidal, de los cuales –enfatizó- “4 mil se empezaron a ejecutar en estos días”. “Son caminos troncales de tierra, priorizados porque tienen tambos, escuelas y pueblos rurales”.
Ante ese cuadro, la coordinadora de Lechería de Carbap reclamó: “Que se tome como una cuestión social la ruralidad, la ocupación del territorio. Ahí,los tambos son fuentes de arraigo, muchas escuelas rurales de la provincia siguen abiertas gracias a que hay un tambo cerca, así que el tema social rural tendría que ser puesto de manera prioritaria en la agenda”.
SEGMENTAR POR PRODUCTOR. También desde Carbap, el ex presidente y actual tesorero de la entidad, Horacio Salaverri, enumeró algunos pedidos al próximo gobierno bonaerense: “Lo primero es el mantenimiento del diálogo. Por otro lado, entender que se hace necesaria una visión distinta hacia el sector”. Así, en declaraciones a Letra P, requirió que al sector se lo deje de ver “desde una óptica meramente extractiva desde el punto de vista impositivo”.
Al señalar que “tiene que haber una mirada muy clara de la producción de la provincia”, Salaverri pidió sostener algunos aspectos de la gestión saliente: “Por ejemplo, la mirada que tuvieron desde el gobierno de Cambiemos con respecto al trigo, duplicó la cantidad de trigo a exportar. Por otro lado, la mayoría de los frigoríficos habilitados a exportar a China son bonaerenses y eso te genera una apertura al mundo”.
En cuanto a la segmentación de las políticas para el sector sobre las que avanzará Kicillof, Salaverri consideró que “es válido que haya un tratamiento distinto” en lo tributario y financiero. Pero dejó en claro: “La segmentación cuando se quiere implementar a la producción en sí, a los productos, la cuestión se distorsiona”.
Por lo tanto, puntualizó: “Lo que puede ser segmentado son las políticas de tipo tributarias y financieras. Si segmentar se trata de tener una visión distinta desde el punto de vista financiero, en el aspecto crediticio según el productor con distintas líneas, me parece interesante, como también que haya un tratamiento desde el punto de vista impositivo, distintas alícuotas o mínimos más altos”.