El presidente Mauricio Macri negó el golpe de Estado perpetrado por la oposición y un sector de la policía y las fuerzas armadas al gobierno de Evo Morales y se limitó a repudiar “la violencia de cualquier tipo y bajo cualquier circunstancia”.
“Las elecciones son la mejor manera de transparentar la voluntad del pueblo boliviano", señaló el jefe de Estado, al encabezar en el museo de la Casa Rosada la Jornada Anual del Cuerpo de Abogados del Estado.
"Repudiamos la violencia y como establece la carta Interamericana de la OEA esperamos la celebración de elecciones libres y justas", afirmó el jefe de Estado y remarcó que los comicios "son esenciales para la democracia".
"Estamos siguiendo de cerca el tema y esperamos que rápidamente se convoquen a elecciones", completó el mandatario a dos días de la renuncia forzada de Evo Morales luego de una oleada de violencia que incluyó el incendio y saqueo de las casas de los funcionarios bolivianos.
Este lunes, el mandatario solo se había expresado sobre la crisis institucional en Bolivia en uno de los pasillos de la Casa Rosada cuando ingresaba a su despacho para una reunión de Gabinete. "Todos estamos preocupados", contestó ante la consulta de los periodistas.
El encargado de transmitir la postura del gobierno argentino fue el canciller Jorge Faurie, quien dijo que "no están los elementos para describir esto como un golpe de Estado porque las Fuerzas Armadas no han asumido el poder".
La postura que adoptó el gobierno de Macri abrió una grieta en Cambiemos ya que el radicalismo se diferenció de la posición oficial y condenó el golpe de Estado en Bolivia.