En plena campaña y en el medio de la riña de la Unión Cívica Radical (UCR) por el futuro del partido si Cambiemos pierde las elecciones, el ex diputado Ricardo Alfonsín se mete en la interna y se mostrará con Martín Lousteau, pieza clave del radicalismo porteño y la vertiente partidaria que busca edificar un posmacrismo sin Mauricio Macri, en tándem con el ala "moderada" del PRO.
Alfonsín y Lousteau, que cosecharon un buen vínculo desde la experiencia UNEN, estarán juntos el jueves por la tarde en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires (UBA), a propósito de la presentación de su libro "Debajo del Agua". Un texto con el que el economista busca morigerar la "grieta" y propone que todas las fuerzas políticas elaboren un diagnóstico económico para evitar el espiral de repeticiones de crisis económicas que vivió Argentina durante las últimas cuatro décadas.
La foto tiene dos lecturas. En primer lugar, un respaldo del ex diputado a la candidatura a senador nacional por Juntos por el Cambio de Lousteau, como ya lo había hecho en 2015 cuando enfrentó a Horacio Rodríguez Larreta por la Jefatura de Gobierno y en 2017 cuando el economista encabezó una boleta por afuera de Cambiemos. A ambos los une una postura "anti grieta" y una crítica a la relación del radicalismo con el PRO, que el radical bonaerense exteriorizó en diálogo con Letra P.
En segundo término, la imagen de Lousteau y Alfonsín baja un mensaje desde la UCR porteña para el radicalismo nacional. Como en la Ciudad, Alfonsín marca desde la provincia de Buenos Aires una "necesaria" separación del radicalismo del macrismo. En la UCR son más cautos y hablan de un "equilibrio" de fuerzas que permita, tras la derrota electoral, posicionar al radicalismo como un partido de mayor gravitación en la interna del posmacrismo después del 10D. En paralelo, se envía una señal para la renovación de autoridades partidarias prevista para fin de año.
Empujados por Enrique "Coti" Nosiglia, los radicales porteños Lousteau, Emiliano Yacobitti y Guillermo de Maya buscan tallar en la conducción de la UCR nacional y sacan pecho por su oposición al PRO en los últimos años, aunque en la Ciudad trabajan -ahora- codo a codo con Larreta.
El mendocino Alfredo Cornejo, holgado tras el triunfo ante el peronismo en Mendoza, también abona el diseño del posmacrismo sin Macri y ya imagina un doble comando opositor con Rodríguez Larreta. Sin embargo, los votos y la estructura están del lado del gobernador jujeño Gerardo Morales, que se abroquela con el formoseño Luis Naidenoff en el Senado y Mario Negri en Diputados. Para este sector, Macri seguirá en el escenario político luego de las elecciones.
Por otra parte, la UCR porteña quiere la foto con Alfonsín para despejar un fantasma latente en el radicalismo: el éxodo de cuadros y dirigentes hacia las costas del peronismo, como sucedió durante el primer gobierno de Cristina Fernández de Kirchner bajo la experiencia de una concertación que terminó volando por los aires y quebrando el partido. El objetivo, entonces, también pasa por contener a Alfonsín y su tropa bonaerense, que se hizo escuchar en la última Convención Nacional.
Con la foto de este jueves, también, Alfonsín busca diferenciarse del éxodo radical hacia el albertismo que lideran el diputado nacional Leopoldo Moreau y el legislador porteño Leandro Santoro, que cenaron con Alberto Fernández hace 15 días y sacaron músculo con su armado alfonsinista.
"Hay gente que se referencia con Raúl Alfonsín pero no son radicales. Una de las reglas de juego que establece la carta orgánica de la UCR es no competir contra la UCR", sentenció el bonaerense en una entrevista con Letra P.