El socialismo salió a plantarse contra el avance del peronismo santafesino que, a un mes y medio del cambio de gobierno y de la reconfiguración de la Legislatura, apura la Reforma de la Constitución provincial con la reelección del gobernador como trasfondo. “No hay que hacerlo a los empujones ni a las apuradas”, repite el núcleo duro socialista.
La figura de un Omar Perotti con la posibilidad de ser reelecto en el cargo que ocupará a partir del 10 de diciembre generó un alerta dentro del partido de la rosa. Sobre todo, porque es una maniobra similar a la que probó, pero no pudo lograr, el socialismo hace solamente un año. En rigor, no quieren que se lo lleven puesto con la misma moneda.
El avance concreto en los últimos días del PJ para definir antes del cambio legislativo el futuro de la Reforma desacomodó a todo el socialismo. La reacción fue rechazar de plano un “tratamiento exprés”: “No me pueden llevar de las narices cuando faltan 30 días (para un nuevo gobierno) para habilitar un tema tan trascendente como la Reforma”, sostuvo el diputado socialista Rubén Galassi.
Para el legislador que fuera ministro de Gobierno del ex gobernador Antonio Bonfatti, lo que está procurando el peronismo es una simplificación del tratamiento legislativo que corresponde para semejante iniciativa. “Están pensando en atajos en vez de buscar un acuerdo amplio. Es una maniobra de un grupo minoritario de legisladores, la gran mayoría de los cuales termina su mandato”, dijo en LT8.
Los roles se han invertido de manera simétrica. Hace un año, el socialismo impulsó la Reforma con la reelección latente y el PJ se opuso a un tratamiento exprés. Ahora, mientras el PJ dice “es el momento”, el socialismo es el que recurre a la premura para justificar su oposición al proyecto.
La carta que tiene es esa: estirar la situación hasta el mandato de la nueva Cámara de Diputados con Miguel Lifschitz como presidente. Eso garantizaría obediencia de la tropa. “En esta Legislatura (la Reforma) se agotó”, arremetió el diputado Joaquín Blanco, una de las espadas del gobernador Lifschitz.
Y agregó: “Hace más de un año que el proyecto está parado en la comisión de Educación. Lo buscamos y no logramos los consensos por parte del peronismo y otros espacios para poder avanzar. Ahora, sobre el final del mandato legislativo, en plena transición, aparece el bloque del PJ tratando de reflotar el tema. No es serio, es fuera de lugar”.
Mientras el PJ apura el poroteo y ya piensa en pedir una sesión especial para la próxima semana, es decir, a días de la elección presidencial, el socialismo se esmera en que los socios del Frente Progresista no ofrezcan voluntades y así evitar que el proyecto para darle luz verde a la Reforma entre por la ventana.
La otra salida del socialismo es exponer al gobernador electo, Omar Perotti. “No he escuchado decir ni una palabra al respecto al gobernador electo. Si lo plantea en su mensaje de inicio de gobierno puede asentar mecanismos para que los partidos definan una política de fondo. Y le aseguro que a fututo el socialismo va a estar dispuesto a discutir una reforma. No por un atajo”, dijo Galassi. En tanto, Blanco sostuvo la misma línea al pedir “escuchar la opinión de (Omar) Perotti y qué aspecto de la reforma quiere impulsar”.
Por último Galassi se refirió a la posibilidad de que Perotti acceda a la reelección en caso de que la Reforma se habilite y establezca esa posibilidad: “La constitución es clarísima: no hay reelección del gobernador. Perotti fue electo y va a jurar cuando asuma con la actual Constitución que impide la reelección del gobernador”.