El gobernador Miguel Lifschitz sepultó definitivamente la posibilidad de abrir en Santa Fe un proceso de reforma constitucional al anunciar que suspendía el llamado a consulta popular que iba a realizarse el 16 de junio, día de las elecciones generales. En conferencia explicó que tomó la decisión para evitar que “se enturbie el proceso electoral” y cargó contra el peronismo, crítico de la intención del mandatario que impulsó por decreto la consulta no vinculante.
El mandatario socialista convocó este jueves, temprano en la Casa de Gobierno de Santa Fe, a sus funcionarios y a los legisladores del Frente Progresista. Luego, en conferencia de prensa y con el respaldo a sus espaldas de los dirigentes progresistas, lanzó la novedad.
“Preocupados por cualquier tipo de sospechas que pueda enturbiar el proceso electoral, y como la elección -que además será disputada- es nuestra prioridad, decidimos suspender la consulta popular por la reforma”, explicó el gobernador. Y añadió: “Vemos que nuevamente se ponen obstáculos para la participación ciudadana; lo que vemos es que hace 24 años están impidiendo reformar la Constitución y ahora de diversas maneras buscan evitar que se realice esta consulta”.
De ese modo, Lifschitz le apuntó en particular al peronismo, que hace una semana, a través del frente Juntos, pidió oficialmente al Tribunal Electoral provincial que declare inconstitucional el llamado a un plebiscito sobre la reforma de la Constitución.
“Queríamos un proceso que sirviera para unir a los santafesinos en una discusión sobre el futuro, que se asentara sobre los acuerdos y consensos políticos y sociales del presentes”, señaló Lifschitz.
En su cuenta personal de Twitter, el mandatario hizo también su descargo. Dijo que “hay dirigentes que buscan evitar un dictamen popular y le temen a la participación ciudadana” y que con la decisión de suspenderla preserva la discusión “del bastardeo con el que se intenta ensuciar el debate, para utilizarlo en el marco de la campaña electoral”.
“Desde 1994 Santa Fe está en mora constitucional al mantener una Constitución que está en contradicción con la Nacional en algunos aspectos, y retrasada en otros. Ya habrá tiempo para profundizar la democracia y promover ésta y otras consultas sobre temas trascendentes”, se explayó en el hilo de la red social.
La reforma era el gran sueño del gobernador y el tema al cual le dedicó mucho tiempo, especialmente en la segunda mitad de su gestión. Primero, el oficialismo no consiguió los votos necesarios en la Cámara de Diputados para abrir el proceso. Luego, intentó con el llamado a consulta popular, que iba a celebrarse el mes próximo, pero finalmente este jueves cerró del todo la puerta.
En su discurso inaugural de apertura de sesiones ordinarias, Lifschitz indicó que seguía siendo “una deuda pendiente de toda la clase política santafesina” la reforma constitucional. Y al describir sus logros de gestión y los objetivos para su último año al frente del Ejecutivo, había dicho: “No sería bueno que volviéramos a guardar en un cajón el Proyecto de Reforma Constitucional”.