Presionando arriba

En el fútbol, salir desde el arranque a buscar el partido supone presionar bien arriba, buscar el área y el arco rival. A veces es una estrategia obligada por la necesidad de un resultado previo y otras, para sacar ventaja de una condición de local. La idea es marcar la cancha con actitud desde el comienzo, arrinconando al adversario en su propio arco. Esa fue la estrategia que el candidato Alberto Fernández lució en el primer debate.

 

La ejerció sin distracciones sobre el presidente Mauricio Macri. Salió con línea de ataque plena: “Miente”, “entérese”, “nunca entendió”, "¿en qué país vive?", “no sabe”, “no le interesa” y otra larga lista de conceptos tan asertivos como los anteriores.

 

 

 

El azar lo favoreció. Casi sin excepciones, su turno en la palabra proseguía al del mandatario, lo que aumentaba el efecto buscado. En dos ocasiones, al final del primer tiempo y casi al cierre del segundo, el candidato de Juntos por el Cambio contratacó. Primero, para señalar que las críticas de AF se parecían a las que pocos años atrás destinaba a la propia CFK. Y, luego, para destacar que había regresado el dedo levantado y la canchereada. Entre ambas reacciones, una jugada más para el V.A.R que para el lucimiento respecto a Kicillof y la narcoeducación. El resto fue aguantar el partido pensando en el domingo próximo y un temario que quizás le permita otro desenvolvimiento junto al mejor conocimiento del rival en acción.

 

 

 

La cancha siempre está inclinada para el candidato oficialista, es sabido. Y esta vez no fue una excepción. Con la economía y los indicadores sociales negativos es más difícil conmover a la tribuna. Cuando el promedio del descenso amenaza, resta apelar a la épica y los mejores valores y tradiciones que supieron hacer grande al equipo. Entre los banderazos del #SiSePuede y desde el Paraninfo el Presidente buscó  una vez más refugio en sus palabras fetiche: verdad, decencia, seguir, cambiar. Quizás para la revancha deba salir de su zona de confort y arriesgar algo más. El resultado de las PASO y las encuestas de opinión lo enfrentan a un dilema: llevar a todo su equipo arriba a jugársela entera o jugar para evitar la goleada. Veremos que decide el técnico.

 

Pablo Olivares, ministro de Economía de Maximiliano Pullaro (Santa Fe).
El socialismo va por una reforma profunda de la justicia en Santa Fe.

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