El sprint final del dólar en agosto y su ubicación en septiembre en torno a los $40 representó un duro golpe para la administración de María Eugenia Vidal en un mes donde los compromisos de deuda en dólares golpearon con fuerza las arcas bonaerenses.
Además de duplicarse en pesos los intereses que afrontó de un pago a otro en lo referente a la deuda bautismal de la administración Vidal en dólares (de $1.172 M en marzo a $2.292 M en septiembre), el gobierno provincial tuvo que cumplir días atrás con el pago de la amortización y el último servicio de renta de los bonos por 475 millones de dólares emitidos en 2006 por la gestión de Felipe Solá.
El importe total que se abonó en concepto de renta y cancelación del capital fue de U$D 497.265.625, cifra que, traducida en moneda local, representó cerca de $20 mil millones.
Estos títulos de deuda pública en dólares fueron emitidos el 31 de octubre de 2006 a una tasa fija del 9,375% nominal anual pagadera en marzo y septiembre de cada año. A diferencia de otras emisiones en las cuales la amortización se divide en un 33,33% durante los últimos tres años hasta la fecha de vencimiento, en el caso de estos títulos la forma de amortización fue total al vencimiento, lo cual significó una dura carga, más aún en el contexto de creciente escalada del billete verde.
Tal como contó Letra P días atrás, el peso que representó septiembre en materia de pagos por endeudamiento en la provincia de Buenos Aires es apenas la entrada de un agrio plato principal de intereses y amortizaciones que la gestión Vidal tendrá que digerir a partir de diciembre, cuando tengan que afrontar servicios por un monto significativo en billetes verdes.
Sólo tomando los intereses de la deuda que contrajo Vidal, en el último mes del año la Provincia tendrá que afrontar pagos que rondan los 100 millones de dólares y que superan holgadamente ese cifra si se tienen en consideración emisiones como la última realizada por la administración Scioli, con servicios fijados para diciembre.
Mientras tanto, se espera un inicio de 2019 con intereses que tendrá que afrontar en enero por la deuda tomada en euros (500 millones) por la mandataria, además de un tercio de la amortización de un bono por USD 750 millones al 10,88% emitido en 2011.