Plan V. El endeudamiento

Vidal armó su propia bomba: un cóctel de deuda corta a tasas crecientes

El esquema de emisiones refleja el escenario de crisis cambiaria, mercados externos inaccesibles y cancelaciones a la vista. Plazos que se estrechan y compromisos en alza. La sombra de "Toto" Caputo.

Además de las asignaciones para cada área y las partidas que se girarán a los municipios, el endeudamiento es uno de los temas centrales de la discusión del presupuesto bonaerense 2019. Sin embargo, mientras se avanza en el debate de estos aspectos fundamentales de cara al decisivo año electoral, el cierre de 2018 se presenta para las finanzas de la provincia de Buenos Aires con múltiples frentes de tormenta en un contexto reciente de crisis cambiaria, mercados externos inaccesibles y cancelaciones de servicios de deuda a la vista. Un termómetro de este escenario se refleja en la evolución de las emisiones de Letras del Tesoro que fue desarrollando hasta el último jueves la administración de María Eugenia Vidal.

 

 

Tal como contó Letra P esta semana, con el pago semestral de los significativos intereses (9,125%) por su deuda bautismal en dólares (1.250 millones), los más de 57 millones de dólares que desembolsó el 17 de septiembre último representaron $2.292 millones, casi el doble de los $1.172 millones que había significado ese mismo compromiso en la primera tanda semestral del pago anual, el 16 de marzo.
 

 


Pero esto es apenas la entrada de un agrio plato principal de intereses que las arcas provinciales tendrán que digerir en diciembre, cuando tengan que afrontar servicios  por un monto significativo en billetes verdes. Y es que, solo tomando los intereses de la deuda que contrajo la propia gestión Vidal, en el último mes del año la Provincia tendrá que afrontar pagos que rondan los 100 millones de dólares y que superan holgadamente ese cifra si se tienen en consideración emisiones como la última realizada por la administración Scioli, con servicios fijados para diciembre.

 

Todo eso, en tanto, a la espera de los intereses que tendrá que afrontar en enero de 2019 por la deuda tomada en euros por la mandataria, la que, en los días felices de mercados abiertos, había sido anunciada como la primera en más de 15 años realizada en esa moneda, que el viernes cerró a $45,80.

 

Para capear estas cancelaciones en medio de una aguda crisis social, que se replica en los municipios y requiere la intervención de la Provincia, la ingeniería de emisión de Letras del Tesoro comenzó a tomar un ritmo tan vertiginoso como peligroso.

 

SOPA DE LETRAS. Así, mientras que en enero se habían emitido Letras con plazos que fueron de 63 a 182 días y tasas de interés del 26% promedio, el jueves 20 la provincia las lanzó a 28 y 91 días a entre el 42 y el 44% anual. Plazos más estrechos y tasas en pesos mucho más altas es la receta financiera para hacerse de recursos que, en buena medida, agigantan la bola de nieve del endeudamiento vidalista. Uno de los promotores de esta ingeniería, desde mediados de agosto pasado, es Marcelo Blanco, un ex Deutsche Bank y Pampa Energía cercano a Luis Caputo y Marcelo Mindlin, que reemplazó a Sebastián Katz al frente de la Subsecretaría de Finanzas del Ministerio de Economía bonaerense que dirige Hernán Lacunza.


 


En los primeros meses del año –cuando la turbulencia financiera aún no estaba instalada con tanta fuerza y la tasa implícita de las Letras era menor y con plazos más extensos-, la provincia realizaba emisiones que, en varios casos, superaban los $4.000 millones, siendo la más significativa la realizada en mayo por casi $4.500 millones. Esa fue la antesala de los compromisos de deuda en dólares que la gestión Vidal tuvo que afrontar en junio (tan significativos como los de diciembre), en el umbral del pago de aguinaldos.

 

No obstante, dado que la necesidad inmediata de hacerse de recursos pasó a darse en un clima de incertidumbre, la ingeniería de achicar los plazos con tasas crecientes forzó a la provincia a moderar el monto de las emisiones. Así, las Letras del Tesoro emitidas en septiembre representaron en su conjunto casi $2.000 millones. En la encrucijada entre necesidad y posibilidades, se multiplican los interrogantes en torno a este esquema planteado por el vidalismo cuando ya están a la vista las amortizaciones de deuda y el pago de intereses.

 

“La provincia se va endeudando para pagar deuda que pidió a corto plazo e intereses”, sintetizó en diálogo con Letra P la coordinadora de Economía Política del Instituto para el Desarrollo Económico y Social de Buenos Aires (IDESBA) Stella Maldonado de la CTA bonaerense, Paula Belloni. Ese organismo realiza informes periódicos sobre el estado de la deuda pública provincial.

 


“Para emitir a 28 días, quiere decir que la Provincia tiene que hacer frente a pagos y no está teniendo dinero. Lo que sucede es que, como no están publicados los datos de ejecución, no podemos dar cuenta de a qué área se está destinando el dinero que se expuso en el Presupuesto. Pero esto da a entender que no están pudiendo hacer frente a las responsabilidades que tienen”, sostuvo la economista.

 

Al dar cuenta de lo que varió la deuda entre 2015 y 2017 (último dato publicado por la Contaduría General de la provincia), Belloni señaló hasta ese momento “el endeudamiento era fenomenal: 108,6%. Lo que sucede es que gran parte de ese endeudamiento se hizo en moneda extranjera. Entonces, este proceso de endeudamiento que lleva la Provincia se transformó en un esquema de deuda-deuda en el sentido que la Provincia está tomando deuda de bastante corto plazo y, entre un año y otro, tiene que ir pagando amortizaciones y muchos intereses. Hay un argumento de la provincia, que dice que el endeudamiento es para obra pero en otro informe que hicimos mostramos que, en realidad, la incidencia que tuvo en la obra pública el endeudamiento fue muy chiquito. En realidad, parte de la obra pública se financió con un ajuste en el gasto corriente”.

 

La también integrante de la Sociedad de Economía Crítica observó que “ese esquema de deuda-deuda tiene un gran costo, que son los intereses que se van pagando. Por ejemplo, en 2017, los intereses de la deuda fueron de $20 mil millones, que son un punto y medio más que lo presupuestado para promoción social”.

 

Al hacer foco en el mayoritario endeudamiento en moneda extranjera, que “tiene un alto costo en intereses en dólares”, Belloni subrayó: “Ese fue el otro gran peligro, porque se tomó deuda a un dólar que estaba muy bajo y que se sabía que iba a aumentar. En ese sentido, se expuso a la provincia a algo que iba a suceder, que es la devaluación, que terminó siendo muy fuerte y que todavía estamos viviendo, porque se va devaluando el peso semana a semana".
 

 

DEUDA EN ALZA. Bajo este escenario, la economista señaló que en el Idesba volvieron a actualizar la estimación de la deuda pública bonaerense, tomando como referencia un dólar a $40. Posicionada en ese tipo de cambio, sostuvo que  “la deuda se incrementa en más de $200 mil millones. Para tener una idea, es más de lo que se presupuestó en Educación para este año. No hay dato de ejecución como para saber si se actualizaron montos por inflación, pero para este año se habían presupuestado $177 mil millones y esto es mucho más.


TRAS LA TORMENTA, TORMENTA. Belloni analizó que la administración bonaerense atraviesa “una situación delicada, sobre todo porque ante los problemas vinculados a los ingresos y los gastos, Vidal tuvo es mucha ayuda del Gobierno nacional a través de transferencias”.

 

Sin embargo en la actualidad, en el marco del acuerdo con el FMI, “esas transferencias son una de las cosas que el Fondo le dice al Gobierno que tiene que ajustar. Entonces, la provincia tiene necesidades de pago de amortizaciones de deuda e intereses mucho más altas por la devaluación y, además, tiene necesidades sociales enormes, porque la devaluación impacta en toda la sociedad y en los precios, en las tarifas. Entonces tiene que ver qué es lo que va a suceder con las transferencias del Gobierno nacional, que venían siendo muy altas, lo que a Vidal le había permitido tener más dinero, porque, a pesar de que hicieron ajuste en muchas áreas, tuvieron más dinero”.

 

Poniendo énfasis en “este esquema tan peligroso” de endeudamiento por el que optó la gestión Vidal, la coordinadora de Economía Política del Idesba observó: “Ahora, en el corto plazo, después de que eso ya se transformó en una bola de nieve, es muy difícil resolver los problemas”, más aún “sin la ayuda de la Nación”.
 

 


REFORMA ESTRUCTURAL. “La solución también tiene que ser estructural”, evaluó Belloni al ser abordada sobre las posibles salidas al presente escenario crítico. En ese punto, la economista recalcó la necesidad de “una reforma tributaria que se transforme en una estructura que sea progresiva, o sea, que tributen los que más tienen, por ejemplo el agro. El revalúo de tierras todavía sigue pendiente en la provincia de Buenos Aires, se cambió un poquito este año, pero en realidad lo que es el revalúo de tierras no se hizo y son sectores que vienen ganando muchísimo dinero hace muchos años, pero sobre todo desde que asumió Cambiemos, ese sector ha sido muy favorecido. Entonces, en términos tributarios, habría que hacer una reforma que actualice el valor de las tierras y obtener recursos por ese lado, y no por ejemplo por Ingresos Brutos, que es un tributo que se termina trasladando a la gente”.

 

“Es posible una reforma estructural, la provincia es grande, tiene mucha producción y aporta más de un 30% del PBI nacional. Pero lo que hay que hacer es una reforma tributaria para que pueda tener recursos genuinos”, insistió. Esto “tiene que ver con la vocación política de los sectores que se priorizan. Si se prioriza el ajuste en educación o en salud, o si se hace un revalúo completo de lo que son sectores que vienen ganando muchísimo”, evaluó.

 

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