Aunque los voceros presidenciales niegan cualquier vinculación del Gobierno con la investigación judicial por los cuadernos de las coimas, el presidente Mauricio Macri puso en marcha una serie de gestos oficiales para capitalizar públicamente el escándalo. El primero se concretó en el mediodía de este viernes en Olivos con la primera reunión de la “Mesa de Integridad”.
Del encuentro participaron los titulares de distintos organismos de control dependientes del Ejecutivo encabezados por el secretario de Fortalecimiento Institucional, Fernando Sánchez, uno de los funcionarios de la Casa Rosada más cercanos a la jefa de la Coalición Cívica, Elisa Carrió.
En la actualidad, Sánchez está bajo la órbita del vicejefe de Gabinete Mario Quintana, que estuvo presente en la reunión junto con la titular de la Oficina Anticorrupción, Laura Alonso -el fundador de Farmacity y la ex Poder Ciudadano son de los funcionarios más cuestionados por conflictos de interés dentro del Gobierno.
Ante las consultas de Letra P, fuentes cercanas a Sánchez sostuvieron que la reunión estaba prevista de antemano, pero la investigación que lleva adelante el juez federal Claudio Bonadío y el fiscal Carlos Stornelli fue el principal tema de la reunión.
Del encuentro también participaron el procurador del Tesoro, Bernardo Saravia Frías; el síndico general de la Nación, Alberto Gowland; el director de la Agencia de Acceso a la Información, Eduardo Bertoni, y el subsecretario Gobierno Abierto del Ministerio de Modernización, Rudi Borrmann.
En el plano formal, la reunión repasó los puntos del Plan de Integridad que el Gobierno había publicado en abril pasado mediante la Carta de Jefatura de Gabinete N°11, pero la puesta en escena permitió el regreso a los medios de Alonso. “Comenzamos a hacer un mapeo de otras causas donde estos empresarios aparecen mencionados; estamos mirando con atención. A pesar del secreto de sumario, hay información que compromete a empresas contratistas del Estado durante los años del kirchnerismo", anticipó la funcionaria, cuestionada, entre otros puntos, por mantener un conflicto de intereses en su propia repartición por la contratación de una consultora de prensa vinculada al PRO.
"El periodismo y los arrepentidos son la puerta de entrada y de los avances rápidos en las causas de corrupción; esperemos que haya más arrepentidos", arengó Alonso, que tiene rango de secretaria de Estado dentro de la órbita del Ministerio de Justicia.
Mientras la titular de la OA regresaba a los medios, Carrió también se refirió al tema, pero utilizó su cuenta de Twitter para hablar sobre el chofer del ex funcionario Roberto Baratta. "La Virgen es lo más! le hizo escribir los cuadernos a Centeno", chicaneó la diputada en referencia a los interrogantes que rodean a la investigación ventilada por el periodista de La Nación Diego Cabot.
Por su parte. Macri hizo lo propio y aprovechó una visita a Quilmes para hablar del tema. Rodeado por la gobernadora María Eugenia Vidal y el intendente comunal Martiniano Molina, arengó: “Necesitamos que la Justicia demuestre que no hay impunidad. En los últimos días hemos visto noticias que, si la Justicia confirma, son muy negativas en términos de consolidar confianza”, resaltó y destacó que “cuando se escucha sobre esos cuadernos” se pierde la confianza y “cuesta creer que podemos juntos construir una Argentina dentro de la ley”.