Hay lecturas sobre la tensión cambiaria que empiezan a salir del círculo de responsabilidades del manejo de política monetaria del Banco Central (BCRA). Sobre todo en los sectores bancarios, bursátiles y financieros, consideraron ante la consulta de Letra P que “es una crisis política, que tiene responsables políticos”. Hay una figura que para los mercados personifica la “pérdida de confianza” en el Gobierno: Marcos Peña. Pero la lupa alcanza a la tríada que componen el jefe de Gabinete y sus laderos Mario Quintana y Gustavo Lopetegui, un triángulo al que responsabiliza el mercado por las coordenadas centrales de la política macroeconómica.
La posición es curiosa y se da mientras la mayor parte de los medios y buena parte del Gobierno siguen apuntando los cañones a las idas y vueltas del BCRA, en pleno tironeo entre resignar reservas para frenar el dólar o no hacerlo y padecer una divisa más cara y una inflación en consecuencia. En la Bolsa porteña y en las cámaras de bancos hablan a diario con el jefe del Central, Luis “Toto” Caputo; y con el titular de Hacienda, Nicolás Dujovne. Mantienen con ellos una relación pre-existente a la política partidaria y saben que esos cuadros son ejecutores de las políticas que se dictan desde la mesa más chica de Cambiemos.
“Acá hay un problema de falta de claridad del modelo económico y una macroeconomía con problemas irresueltos. Sin eso, no funciona nada”, detalló un ladero del titular de la Bolsa, Adelmo Gabbi, uno de los CEOs que defiende con más fiereza a la gestión del oficialismo en público, pero que en privado mantiene fuertes críticas a los cerebros de las decisiones.
El misterio en los mercados es ése, más que saber si el dólar se irá más o menos cerca de los 35 pesos, el techo que todos coinciden como “máximo soportable sin crisis” para el 2018.
Hito. Los mercados crucificaron a Peña el 28 de diciembre del 2017, cuando intervino las metas de inflación de Sturzenegger.
El tema de Peña y sus laderos como actores centrales de la crisis se charló en voz baja entre algunos de los presentes en la Fiesta de la Luz, celebrada en el Palacio de Bellas Artes. Se colmó el evento de cuadros del Círculo Rojo, quejosos por el dólar y la crisis de confianza. Recibieron allí un video del presidente Mauricio Macri grabado, con un mensaje “esperanzador”. En el pomposo mitin circularon algunos funcionarios de peso y hasta el amigo del alma de Macri, Nicolás “Nicky” Caputo, uno de los que advierte casi a diario que la economía tiene problemas coyunturales. Naturalmente, y a modo de evitar críticas, los funcionarios asistieron el convite de traje, formales, evitando el smoking y la etiqueta que lució la mayoría.
La falta de credibilidad del mercado con Peña tiene fecha de inicio pero no de final. Aquel 28 de diciembre del 2017 en el cual se sentó el jefe de Gabinete junto al ex presidente del BCRA, Federico Sturzenegger, y sepultó las metas de inflación, fue un punto de inflexión. La salida de Peña, sólo un rumor. Se mencionó en algún momento a Horacio Rodríguez Larreta para ese puesto, pero él considera a esa movida como un paso atrás. Al el jefe de Gobierno porteño lo elogiaron y lo pidieron hace unos días en el cumpleaños número 80 del dueño de Medicus, Jorge Aufiero. Sopló velitas junto a 200 invitados en uno de los salones del Hotel Alvear. Muchos de ellos, CEOs de la salud y los medicamentos, mantienen un fuerte enfrentamiento con Lopetegui, el verdugo que los presionó en la discusión por los aumentos en los remedios y que les advirtió que si no bajaban precios los expondrían con acciones de competencia.
Para los bancos, el escenario actual es complejo y la crisis del tipo de cambio dejó de ser un “bache que iba a pasar”. Hoy los gerentes esperan que el Gobierno “se equivoque lo menos posible” ante un clima “bastante más pesimista”. Sobre todo preocupó este martes qué es lo que hará el BCRA, a la par del colapso de las acciones de los bancos argentinos que cotizan en Wall Street (ADRs), que se desplomaron a valores históricos marcando pérdidas de relevancia en lo que va del año.
Los bancos le temen a dos puntos concretos. Por un lado, la falta de coordinación comunicacional del gabinete en el caso de la posible ampliación de la línea de crédito del FMI. Que tuvo idas y vueltas y desmentidas del propio organismo. Por otra parte, le prenden velas al número de inflación que se conocerá el 13 de septiembre cuando el INDEC comunique el Índice de Precios al Consumidor (IPC). Según los mercados, la inflación será más cercana al 4%, una bomba a las expectativas generales.
En este contexto, Peña será el representante principal del Gobierno en los próximos días en la celebración de la reunión del Council de las Américas, un polo que reúne a empresarios de firmas estadounidenses, entre ellos varios bancos de peso como el propio JP Morgan, uno de los que empezó a alertar sobre problemas crecientes en la economía local.