Pese a que el Gobierno insiste en minimizar los problemas económicos y sólo habla de “una tormenta”, la Unión Industrial Argentina (UIA) expresó su preocupación por “la retracción del consumo” de alimento y reconoció que las fábricas trabajan al 60% de su capacidad.
“Destacamos que en materia de alimentos hay una retracción del consumo y esto hace que estemos trabajando como máximo al 60% de la capacidad instalada”, admitió Daniel Funes de Rioja, uno de los dirigentes de la entidad fabril.
En declaraciones a FM La Patriada, el también presidente de la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (Copal) reconoció que se vive un momento “complicado” y dijo que espera que “esta complejidad sea lo más corta posible”.
El empresario analizó así el impacto de la crisis cambiaria en la economía real y admitió que los empresarios saben que hay un contexto internacional complejo que genera volatilidad con distinto impacto en los países.
Siguiendo esta línea, estimó que a la Argentina esa volatilidad le ha pegado fuerte por su trayectoria de "incumplimientos, default e inestabilidad macroeconómicas".
"Efectivamente está repercutiendo (en la economía real). Estas tasas de interés (superiores al 40%) son verdaderamente imposibles de afrontar para el sistema productivo en una economía normal", sostuvo.
El empresario reveló que la Copal se encuentra en plena discusión sobre las economías regionales, porque si bien ahora tienen un tipo de cambio favorable lo que no tiene es capital de trabajo.
"Hay que afrontar sueldos, aguinaldos, incrementos salariales, ajustes de tarifas, pero no hay acceso al crédito y las pymes y las economía regionales se mueven sobre la base del acceso al crédito", advirtió el empresario en declaraciones a FM La Patriada.
Indicó que también afecta al sector la presión fiscal superior al 40% para los alimentos y mayor al 50% para las bebidas.
"Que la gente come menos puede ser, no lo puedo afirmar. Pero lo concreto es que hay alimentos de marcas truchas que circulan y compiten con la economía formal, que espera con ansiedad la baja de los impuestos para que mejore el consumo y para terminar con la competencia desleal", sostuvo el empresario.