El jefe de Gabinete, Marcos Peña, volvió a minimizar los problemas económicos que atraviesa el país al asegurar que “no estamos ante una crisis estructural sin remedio o un fracaso” y explicó que sólo se trata de “una tormenta compleja”.
En declaraciones a radio La Red, el jefe de ministros consideró que la Argentina transita "una tormenta compleja, donde se combinan elementos externos, como la suba del petróleo y de las tasas de interés de Estados Unidos”. A esos factores, el funcionario le sumó situaciones internas como la sequía “que afectó muy fuerte en la actividad”.
"No estamos ante una crisis estructural sin remedio o un fracaso como algunos plantean, eso no es cierto", recalcó. A su vez, negó “un derrumbe de la actividad" y habló de "enfriamiento" de la economía.
Además, reiteró que el “momento más difícil” del gobierno de Mauricio Macri no es el actual, sino el inicio de la gestión en diciembre de 2015 cuando se encontraron con “default, sin reservas, sin crédito, con cepo, con tarifas atrasadas, con precios distorsionados, con una matriz energética colapsada y con provincias que no podían pagar a fin de mes".
El jefe de ministro trató de llevar tranquilidad al afirmar que el Gobierno está "tomando decisiones para corregir la situación y para acelerar el camino hacia el equilibrio fiscal”.
Asimismo, volvió a destacar “la confianza que despierta Macri" y echó por tierra la posibilidad de dolarizar la economía: “Es un disparate”, sentenció.