El 54,2% de los chicos que habitan el conurbano bonaerense son pobres, mientras que el 63,7% de ellos residen en casas sin agua potable ni cloacas y 37,7% depende de los comedores escolares para poder comer todos los días. Estos datos preocupantes se desprende de un informe sobre pobreza infantil elaborado por el Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA) y la Defensoría del Pueblo de la provincia de Buenos Aires.
El relevamiento se realizó sobre 30 distritos del norte, sur y oeste del Gran Buenos Aires (GBA) en 1.332 hogares y 1.445 chicos.
Ahondando en este informe, un 10,1% dio cuenta de haber padecido hambre, mientras que el 13,1% es indigente y el 33% presenta problemas de necesidades básicas insatisfechas. Según describió el relevamiento, los casos de dependencia de los chicos de alimentos gratuitos se focalizan en hogares asentados en villas miseria (47,4%) o de clase media baja (36,5%).
"Hay una línea directa entre la pobreza en los niños y la imposibilidad de que puedan disfrutar de sus derechos. Vemos con preocupación cómo en el Conurbano esta situación impacta cada vez con más fuerza en los más vulnerables a la hora de alimentarse, una situación crítica que interpela a las familias y a las sociedades y cuya solución tiene que ser prioridad para los gobiernos", sostuvo en declaraciones a Infobae el defensor del Pueblo de la provincia de Buenos Aires, Guido Lorenzino.
En este contexto, el 62,4% de los chicos del Conurbano no tiene obra social, mutual o prepaga. Esto se ve en mayor medida (87,9%) en los chicos que viven en villas miseria. En tanto, se advierte que el 24,5% de los menores no consultó a un médico mientras que el 53,6% nunca fue a un dentista.