La reunión del Consejo del Partido Justicialista (PJ) de Río Negro realizada este viernes en General Roca, además de ordenar cuestiones internas y eludir cualquier conflicto legal que sí impacta a nivel nacional, demostró el trabajo de Martín Soria para conducir el frente con todos los actores del peronismo adentro. “Solo no puedo”, aseguró cuando cerraba el discurso frente a legisladores, intendentes y congresales. El llamado a continuar el camino que comenzó en 2017, en el que el Frente para la Victoria (FpV) se impuso, fue el eje de la arenga que apagó cualquier foco de incendio provocado por allegados a Miguel Ángel Pichetto. “Esta unidad es con todos, no es el tiempo de mezquindades, provocaciones (…) es el tiempo de seguir construyendo juntos. Nuestro límite es (Mauricio) Macri y su socio, el gobernador (Alberto) Weretilneck”, insistió el intendente de Roca, en un claro contrapunto con los dichos y acciones de un sector -cada día más acotado- del peronismo.
El legislador provincial Ariel Rivero, un incondicional a Pichetto, fue el que exigió respuestas sobre qué justicialismo habrá en la provincia después del paso de Juan Manuel Urtubey por San Carlos de Bariloche. Luego, el hijo del senador, Juan Manuel Pichetto, se reunió con el gobernador Alberto Weretilneck en Viedma. Con ese escenario se convocó al consejo pejotista, que, a pesar de los matices, demostró que las voces críticas no pueden superar al trabajo de unidad. La presencia de Javier Iud y el jefe de bloque, Alejandro Marinao, dos reconocidos pichettistas, redujo el nivel de tensión.
Como informó Letra P, Pichetto sueña con un proyecto nacional. Por eso, en su provincia, intenta presionar a la conducción partidaria para no ceder terreno en tiempos de apertura del FpV que tiene en RIO, la fuerza fundada por la ex CC-ARI Magdalena Odarda, una nueva aliada. Eso exasperó a Rivero, que en 120 Noticias de Roca reclamó definiciones: “Nosotros, los peronistas, no tenemos nada que ver con la senadora Odarda”.
Pichetto y Rivero, en tiempos en que el pichettismo manejaba la Legislatura.
CALMA. “Fue una reunión calma, hasta divertida. No hay ni clima de efervescencia, no hay condicionamientos sobre nadie”, respondió Soria a Letra P. “La totalidad del justicialismo institucional está de acuerdo”, replicó y hasta comentó, con sorna, las críticas luego del paso de Urtubey: “Es inevitable algún contrapunto, pero son generados por fuera del partido”.
La reunión en el casino de suboficiales del Servicio Penitenciario Federal no salió de la agenda pautada y, como reconocieron fuentes del entorno del intendente a Letra P, sirvió para evitar cualquier “escollo” legal en tiempos de intervención nacional. Desde que la jueza Romilda Servini de Cubría designó al gastronómico Luis Barrionuevo como interventor, el PJ se transformó en un polvorín. Por eso, en Río Negro, no quieren dejar nada librado al azar, aunque los planteos surjan desde el riñón y algunas decisiones atenten contra la paz interna.
El último fin de semana, Weretilneck recibió a su vice, Pedro Pesatti, para hablar de Juntos Somos Río Negro (JSRN), su partido. Pero lo llamativo fue la presencia de Pichetto Jr., hoy precandidato a intendente de Viedma. De la reunión poco se supo, aunque algo fue claro: no cayó nada bien en el entorno de Soria. Del lado de Pichetto remarcaron que “se juntaron a hablar de economía”. Ninguno de los trascendidos convenció. Igual, se le bajó el tono a cualquier conflicto porque -según Soria- “necesitamos más y más compañeros”.
El diputado Rivero se ausentó de la reunión por el paso de Weretilneck por Campo Grande, su distrito, a entregar fondos del Plan Castello. Esa actividad impidió que Pedro Dantas, otro de los referentes locales que manifestó apoyo total a Soria, estuviera en Roca. “Pedro lo llamó a Martín y le pidió que lo incluyera en las salutaciones”, explicó una fuente partidaria con rol orgánico.
COMUNICADO. En un breve texto, el PJ plantó distancia y arremetió contra las políticas de los gobiernos nacional y provincial.
Consejo Provincial y Mesa del Congreso del Partido Justicialista Distrito Río Negro
Somos herederos de un valioso legado: ser la esperanza de los que menos tienen. Somos las generaciones que siguieron a la Resistencia y que sobrevivieron a la Dictadura Cívico-Militar. Somos quienes aprendieron de la obra de Perón y Evita, y que alcanzaron en la década pasada los mismos logros de aquellos años felices.
Hoy nuestra patria nos exige unidad y templanza. Unidad para construir una alternativa distinta a este modelo que condena al hambre y la exclusión de tantos hermanos argentinos. Templanza, para no caer en la soberbia de anteponer los intereses personales a las necesidades del conjunto.
El gobierno de Mauricio Macri y su socio provincial Alberto Weretilneck, nos conducen a un futuro signado por una deuda impagable, la destrucción de las economías regionales, la apertura irresponsable de importaciones, la devaluación de la moneda que no es otra cosa que la pauperización de los salarios, la timba financiera que provoca el vaciamiento de las reservas, y por si fuera poco, un sistema tributario perverso que exime de impuesto a los poderosos y recarga en el bolsillo del obrero los costos del tarifazo. Describir esta penosa realidad podría llevarnos tanto tiempo como el que tienen gobernando, porque casi no hubo día en el que no tomaran medidas contra el pueblo.
Los rionegrinos ya lo saben y por eso los rechazan.
Nos toca en consecuencia asumir la responsabilidad de construir un proyecto político capaz de superar la ruina en la que dejarán el país y la provincia. Nos convoca el desafío de ser fieles a nuestra historia. Nos impulsa la voluntad de trabajar por una patria socialmente justa, económicamente libre y políticamente soberana.
Quien quiera venir será recibido, los límites están claros: Macri y Weretilneck, con sus políticas neoliberales, son nuestros adversarios. No habrá espacio para egoísmos, ni lugar a especuladores. La unidad que exigen estos tiempos nos recuerda que todos somos necesarios, pero ninguno es imprescindible.