Sin mostrar públicamente los anticipos extraoficiales del FMI (que hace una semana confirmaban el otorgamiento de un abultado crédito para Argentina), el Gobierno puso en marcha el operativo de contención para la fase posterior a la firma del endeudamiento: el diseño del Presupuesto 2019 -que, como informó este viernes Letra P, el peronismo amenaza con trabar en el Congreso- y las áreas donde el Estado aplicará el ajuste comprometido. Ambas etapas serán la previa de una “amplia convocatoria” que lanzará el presidente Mauricio Macri para aplicar el “Acuerdo Nacional” que mencionó en medio de la corrida cambiaria que jaqueó a su administración después del fin de semana largo del 1° de Mayo.
“Venimos trabajando por debajo desde esta semana para construir acuerdos sobre el Presupuesto 2019”, detalló un funcionario de la Casa Rosada en referencia a las reuniones que mantuvo el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, con siete gobernadores provinciales que forman parte de distintos sectores del peronismo y uno que es aliado de Cambiemos, como Omar Gutiérrez, del Movimiento Popular Neuquino. La lista de ocho mandatarios contenidos se completa con Gustavo Valdés (Entre Ríos), Juan Manzur (Tucumán), Alberto Weretilneck (Río Negro), Sergio Uñac (San Juan), Mariano Arcioni (Chubut), Alicia Kirchner (Santa Cruz) y Domingo Peppo (Chaco).
Los encuentros bilaterales del titular de la cartera de Interior fueron acompañados por la primera experimentación de la “mesa chica política ampliada”, que incluyó a los gobernadores radicales Gerardo Morales (Jujuy) y Alfredo Cornejo (Mendoza), quien además es titular del Comité Nacional de la Unión Cívica Radical.
La malla de contención con los gobernadores, con los ojos puestos en el presupuesto del año que viene, incluirá reuniones bilaterales con los mandatarios de todas las provincias, luego de un primer round que estará en manos del ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, y de Frigerio para discutir la letra chica de la ley con los titulares de las carteras económicas de todas las provincias.
“Habrá que sentarse con las provincias y vemos buena predisposición para negociar. No les estamos pidiendo que nos aplaudan, sino que tengan presente el esquema de estos dos años. Los fondos de varios distritos mejoraron en materia fiscal y también en la coparticipación. Conseguimos recursos para las provincias y ahora queremos que ellos se hagan cargo de algunos gastos; por eso, esa negociación será más bilateral en muchos casos y también tiene mucho que ver con el Congreso”, confió una fuente de Balcarce 50 que integra el Gabinete Económico que ahora conduce Dujovne.
Por fuera del alcance del ajuste para el Presupuesto 2019, la preocupación de los mandatarios provinciales, de todo pelaje político, es inmediata y gira en torno a las obras previstas para este año. En la Casa Rosada, ante las consultas de este medio, explicaron que ese temor ya ha sido disipado. “Como la discusión del achicamiento para el gasto será para el año que viene, este año vamos a ejecutar todo lo que tenemos y les vamos a dar bomba a las inauguraciones”, espetó un funcionario, que buscó alejar los amargos pronósticos para el segundo semestre de este año, que estará signado por un incremento sostenido de los precios a partir del traslado de la depreciación del dólar.
Si el diseño del Presupuesto 2019 tiene éxito y es sancionado por el Congreso, en el entorno del Presidente sostienen que las consecuencias del ajuste serían equilibradas con el compromiso de las provincias y con la llegada de inversiones, dos variables que, hasta ahora, no tienen ninguna confirmación concreta, salvo los mensajes de buena voluntad.
Sin embargo, la puja financiera con las provincias será posterior al ajuste dentro del Estado nacional. “La primera discusión será interna entre los ministerios. El déficit no es de las provincias, sino que es responsabilidad del Estado federal. Cuando hayamos definido esa parte, vendrá el turno con los gobernadores y para eso tenemos seis meses de tiempo”, amplió un alto funcionario de la cartera de Interior.
Al calor del frente interno de Cambiemos por el ajuste y del poroteo financiero con las provincias, Macri sumará una serie de gestos para el “acuerdo nacional” que, según confiaron en Balcarce 50, será una convocatoria muy amplia, para el Congreso, para los gobernadores, los sectores empresarios, laborales, las economías regionales y otros actores”, anticipó una fuente que intervendrá en esa nueva puesta en escena.