La Pastoral Social volvió expresar su malestar con el rumbo económico y político del Gobierno al inaugurase este viernes la Semana Social de la Iglesia, en Mar del Plata. El presidente de la Pastoral y arzobispo de Lomas de Zamora, Jorge Lugones -de vínculos familiares con el PJ- advirtió frente a la gobernadora María Eugenia Vidal y la ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley, que “al hacer y al estar, hay que agregar el sentir, la sensibilidad cooperativa”.
Vidal, Stanley y su esposo, el jefe de Gabinete bonaerense, Federico Salvai, estuvieron semanas atrás con el papa Francisco en Roma. El matrimonio Stanley-Salvai acarrea un histórico vínculo con Francisco desde los días en que era Jorge Bergoglio, el arzobispo de la ciudad de Buenos Aires. Tras el viaje al Vaticano, el contexto era favorable para Vidal y Stanley. Pero en Mar del Plata las funcionarias de la plana mayor del Gobierno tuvieron que escuchar las quejas eclesiásticas.
El principal reclamo vino de parte del titular de la Pastoral, que además es hermano del presidente del PJ de La Plata, Luis Lugones, y tío de los hermanos Mariano, Gabriel y Pablo Bruera, el ex intendente de la capital bonaerense.
No es la primera vez que Lugones arremete contra el Gobierno. Cuando el presidente Mauricio Macri anunciaba el acuerdo de Argentina con el Fondo Monetario Internacional (FMI), sostenía que “no es una salida inteligente”. También remarcaba que “nosotros somos los que pedimos la gradualidad en el aumento de las tarifas, gradualidad en la inflación. De gradualidad acá no hay nada”.
Esta vez, el arzobispo de Lomas de Zamora también aprovechó la situación para referirse al proyecto de legalización del aborto que ya fue aprobado en la Cámara de Diputados de la Nación y espera iniciar su recorrida por el Senado para finalmente convertirse en ley. Conducente con la posición de la Iglesia toda, Lugones sostuvo que, “si no apostamos a la familia, estamos fritos y estamos atentando contra la familia con políticas como el divorcio y el aborto”. El lobby eclesiástico espera conseguir en el Senado lo que no logró en Diputados: trabar el proyecto de interrupción voluntaria del embarazo.
"Tenemos esperanza, esperanza que queremos construir con los jóvenes, pero se necesitan recursos ya que ellos quieren abrirse camino, salir adelante. Sin justicia social va a ser muy difícil llegar a la paz social. Construimos cárceles pero no habilitamos hospitales", cuestionó Lugones.
En el último tiempo, Lugones se convirtió en una voz disonante de la Iglesia en la relación con el Gobierno. Sin embargo, tiene el aval de Francisco para moverse bajo esa premisa. La Pastoral Social, de hecho, le hizo un guiño favorable al paro que convocó la CGT para el próximo lunes. "No puede ser que a algunos trabajadores se les dé un 25 % de aumento y a los docentes un 15% en tres cuotas", sostenía días atrás Lugones en un mensaje epistolar hacia la propia Vidal.
Por su parte, el obispo de la Diócesis de San Isidro y presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, Oscar Ojea, citó al papa y dijo que la Iglesia tiene “una honda preocupación por el momento en que vive la Patria”. Y advirtió que “el ajuste no lo tienen que pagar los pobres”.
Los curas cuestionaron al Gobierno con Vidal y Stanley sentadas en la misma mesa. Por eso, la gobernadora fue quien respondió.
Conciliadora, la mandataria reconoció un “momento difícil”, aunque dijo que el gobierno está “en el mejor camino posible”.
“Vienen momentos en los que tenemos que trabajar más juntos que antes”, pidió Vidal y agregó que hay que “trabajar más juntos que antes” sin "confrontaciones y sin prejuicios".
Vidal también advirtió que, "frente al grito de pobreza, las grietas, las confrontaciones inútiles y los prejuicios no pueden tener lugar”.
“Si de verdad queremos estar comprometidos desde lo concreto, tenemos que dialogar, mirándonos a los ojos, dispuestos a escuchar de verdad y a ponernos en el lugar del otro", remarcó la gobernadora.