El reemplazante del saliente arzobispo de La Plata Héctor Aguer, Víctor Manuel “Tucho” Fernández, un referente de la corriente interna de la Iglesia argentina que lidera Jorge Bergoglio, asumió este sábado en la Catedral de la capital bonaerense y no perdió el tiempo: en su discurso de asunción, instó a los senadores nacionales a que voten contra el proyecto de despenalización del aborto.
No es un pronunciamiento casual ni una posición aislada. Se trata de una avanzada fuerte del bergoglismo para presionar el Senado en el inicio mismo del segundo round del debate histórico que comenzó en la Cámara de Diputados. De hecho, el papa Francisco se puso él mismo al frente del lobby y no lo hizo con medias tintas: el mismo día, comparó el aborto con el nazismo.
Ante un templo rebasado de feligreses y bajo la atenta mirada de la gobernadora María Eugenia Vidal, de funcionarios provinciales, intendentes bonaerenses y dirigentes eclesiásticos cercanos al jefe de la Iglesia, el flamante arzobispo platense pronunció un discurso muy duro para con la posición adoptada por la mayoría de los diputados nacionales, que el pasado jueves aprobaron el proyecto de ley que legaliza la interrupción voluntaria del embarazo.
Claramente en desacuerdo con la iniciativa, destacó que en el proyecto “no se definió un sistema de acompañamiento para embarazos no deseados, de asistencia a las mujeres pobres, de facilidades para la adopción, y tantas otras posibilidades que bien pensadas podrían resolver muchas situaciones sin la muerte de los pequeños”.
“Aquí, como decimos en el interior, ‘se agarró el chancho por la cola’, es decir, se acudió a una receta fácil que lleva más de medio siglo en la legislación mundial, se copió a ‘tontas y a locas’ y se perdió la gran oportunidad de pensar una legislación integral con un poco de creatividad”, analizó Fernández, que agregó: “En otros momentos, muchos daban la vida por la defensa de los pobres, por un mundo más justo, por la paz y la justicia. Ahora parece que habilitando el aborto estamos salvando el planeta”.
De amplio recorrido eclesiástico en territorio cordobés, el arzobispo destacó en varios fragmentos de su discurso la importancia de atender la demanda de los habitantes del interior. “Esperemos, yo espero, que los senadores hagan la diferencia porque ellos representan al interior profundo, donde el valor de la vida está muy arraigado. Espero que proporcionen algo mejor que lo que se ha votado en estos días para salvar las dos vidas”, indicó.
“A los queridos senadores les digo 'no permitan que los traten despectivamente de conservadores cuando representan a ese interior que ama a los pequeños', porque no es conservador defender la vida y no es conservador defender los derechos humanos hasta el fondo. Defenderlos hasta el punto de que no se los neguemos a los más frágiles e indefensos de los humanos”, completó el flamante arzobispo en su discurso dirigido a torcer la voluntad de los senadores que se han manifestado a favor del proyecto que será debatido en el recinto en las próximas semanas.