El proyecto de ley impulsado por Cambiemos que propone disponer “la utilidad pública” de las tierras que ocupan 4.228 barrios precarios para darles el título de propiedad a sus ocupantes encontró en el dirigente social Juan Grabois a su principal lobista e impulsor del texto. Según pudo saber Letra P, el dirigente de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP) se reunió en los últimos días con el jefe del bloque de diputados del Frente para la Victoria, Agustín Rossi, para pedirle que el kirchnerismo no trabe la iniciativa que presentaron a fines de la semana pasada los oficialistas Elisa Carrió, Nicolás Massot y Mario Negri. Una versión que no fue confirmada por el entorno de Cristina Fernández de Kirchner indica que también habló con la senadora por el mismo tema.
El texto que la ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley, y el vicejefe de Gabinete Mario Quintana detallaron este martes a los diputados de Cambiemos propone expropiar terrenos donde se levantan barrios precarios en todo el país, para urbanizar los asentamientos y otorgar a sus habitantes los respectivos títulos de propiedad. En total, la medida alcanzaría a 3,5 millones de habitantes, un número que Cambiemos mira con entusiasmo en términos electorales.
En paralelo a la charla de los funcionarios de Gobierno con los legisladores, fue Grabois el encargado de intentar convencer a la oposición de la necesidad de aprobar el proyecto. El dirigente social estuvo el lunes cerca de las 15 en el despacho de Rossi, ubicado en el tercer piso del Palacio. La reunión fue pedida por Grabois, hombre de máxima confianza del papa Francisco, y tuvo como objetivo pedirle al santafesino que el kirchnerismo acompañe la iniciativa. Rossi aún no sometió el tema a discusión en el bloque. Fuentes parlamentarias aseguraron a Letra P que la letra del proyecto “es de Grabois”.
Pero Grabois no se contentó solo con el contacto con Rossi y también habría hablado del tema con la propia Cristina, algo que el entorno de la ex presidenta no quiso confirmar, pero tampoco se animó a desmentir.
